Entendemos que hay demasiadas marcas de moda compitiendo porque las estrellan luzcan sus modelos en la alfombra roja de los Oscar, pero si antes siempre había alguna actriz de segunda o alguna vieja estrella que nos daba alguna alegría y algún alivio a tanta cosa bonita, este año hasta clásicas del desastre modil como Laura Dern o Sandra Bullock han elegido vestidos adecuados. Y no hay nada peor. ¿Dónde está el sentido del espectáculo? ¿Dónde está el riesgo? Menos mal que nos quedan Bette Midler y Liza Minelli.
Los mejores
Creo que casi todo el mundo va a coincidir con que Charlize Theron ha vuelto a hacer una de esas apariciones mágicas con este impresionante vestido de Dior. Por si eso no fuera suficiente, llevaba diamantes de Harry Winston por valor de 15 millones de dólares.
El azul oscuro en sus versiones de medianoche y petróleo ha sido uno de los colores de la noche, tanto para ellos (Christophe Waltz, Kevin Spacey) como para ellas, entre las que destacamos a Amy Adams, con este impresionante palabra de honor inspiración esmoquin de Gucci Première que acompañaba de joyas de Tiffany & Co.
Entre los colores originales, queremos destacar este Prada azul espuma de mar que a Lupita Nyong’o, que aportó ideas para el diseño, le recuerda a Nairobi. Las joyas, incluida la banda dorada del pelo, son de Fred Leighton.
Este vestido blanco de Calvin Klein Collection fue el escogido por Naomi Watts para caminar por la alfombra. No hay nada que no nos guste: desde el sofisticado peinado hasta los labios rojísimos.
Aunque sí es cierto que echamos un poco de menos a esa Angelina Jolie menos conformista en el vestir, más acorde con su actitud ante la vida, el vestido elegido para esta noche, de Elie Saab, nos gusta mucho. Le da un toque sereno a su belleza rompedora que tampoco le viene mal.
Ni fu ni fa
No está mal el Vera Wang de Emma Watson, pero nos parece demasiado sobrio para ella. Quizá dentro de 20 años le pegase más.
Vale. El vestido de Alexander McQueen es impresionante. Pero Sandra Bullock tiene unos rasgos demasiado duros para ese color y encima con ese maquillaje que los marca aún más. Y siempre parece estar fuera de lugar, incluso incómoda. Pero eso es más cuestión de actitud que de lo que lleve puesto.
Jennifer Garner es una chica guapísima, con una cara y un tipazo que muchas quisieran para sí. Ahora es madre de familia y parece que no está bien visto (o que ella no ve bien) ponerse un vestido que destaque eso, y por eso eligió este Oscar de la Renta y no pasar por la peluquería. Pues vale.
La voz de la Reina de las Nieves en Frozen es la actriz de musicales Idina Menzel. Este vestido de Vera Wang no tiene ni el tejido adecuado ni el color adecuado, pero tampoco es un horror.
Este Alberta Ferretti es un avance respecto de otros vestidos que ha llevado Laura Dern en el pasado, y sólo por eso queríamos destacarlo.
Los horrores
Demasiado grande, demasiado recargado, demasiado antiguo este Valentino que ha llevado Sally Hawkins.
Seguro que hay vestidos y colores que le quedan mejor a Gabourey Sidibe. Me juego un brazo.
Anna Kendrick siempre me ha parecido una cursi y una hortera. Y no sólo por el vestido de J.Mendel, que no puede ser más feo. La pose, la mirada, la sonrisa…
Elsa Pataky parece estar haciendo el papel de su vida como Mrs Thor… Pero de eso a marcar barrigón de esta manera, con ese vestido tan, tan… sacado de Sueño de una noche de verano, versión función escolar.
Julie Delpy se empeña en parecer 40 años mayor de lo que es, y este vestido de Jenny Packham no es una excepción.
Ellas mismas con sus mecanismas
De Reem Acra es el vestido que eligió Bette Midler para la alfombra roja. Y ha sido una verdadera alegría, un alivio en todos los sentidos. Un «aquí estoy yo» como es debido.
Ojo a Liza Minelli. Tras su enésima cirugía, con un traje asimétrico en raso azulón, sin sujetador y con zapatos de yaya. Y mechón azul a juego con el traje. «I am what I am.»