Si había una película que debería haber reinado en las nominaciones a los premios Independent Spirit anunciadas ayer, era Slumdog Millionaire, de Danny Boyle. Todos los analistas la consideran la cinta independiente del año (por encima de La boda de Rachel, de Jonathan Demme) e, incluso, una de las grandes favoritas para el triunfo final en los Oscar.
Hollywood Reporter
dice en su edición de hoy que la cinta era inelegible para los Spirit
por ser una producción británica. Pero esa razón no es sufuciente.
Si sólo puede competir como película extranjera, ¿por qué no ha logrado la nominación en se apartado? Pero, si es cierto que las películas con financiación extranjera no pueden competir por estos galardones, ¿por qué Vicky, Cristina, Barcelona tiene tres candidaturas y Savage Grace una, cuando son películas con capital mayoritariamente español?
Por el momento no hay respuesta a estas preguntas. En cualquier caso, a la promoción de Slumdog Millionaire le viene mejor no tener nominaciones a los Spirit que tener pocas. Si hubiera resultado candidata, pero no con el mayor número de esta edición, su imagen de favorita imbatible entre las cintas indies hubiera quedado inmediatamente en entredicho. En cambio, no figurar en la lista puede taparse con un nebuloso cartel de inelegibilidad, responda o no con exactitud a la realidad.