Los girasoles ciegos, de José Luis Cuerda es la película con más nominaciones para los próximos premios Goya: 15. Se sitúa muy por delante de Sólo quiero caminar, de
Agustín Díaz Yanes, que tiene 11; y más aún de Camino y Sangre de mayo,
con 7 cada una. Las tres primeras compiten por el premio al mejor
largometraje (la de Garci ha quedado fuera) y completa el cuarteto Los crímenes de Oxford,
de Álex de la Iglesia (6 nominaciones). La Academia, que ha anunciado
esta mañana las candiduturas, entrega sus premios el próximo 1 de
febrero.
Han resultado éstas unas nominaciones muy irregulares para un año muy irregular del cine español. La película que se había convertido en la favorita en las útimas semanas, Camino, ha quedado muy rezagada en la clasificación aunque sí compite en los principales apartados (película, director, actriz, guión). Sin embargo, los académicos la han ignorado en muchos apartados técnicos donde su presencia parecía asegurada como fotografía o sonido.
En cambio, el largometraje que más ha defraudado del año, Los girasoles ciegos (pocas veces una cinta ha levantado tantas expectativas para cumplir luego tan pocas) se ha alzado como la gran favorita con 15 nominaciones, una cifra de las más altas de la historia de los Goya. Entre sus candidatos figura la ganadora del año pasado Maribel Verdú pero también cosas tan sorprendentes como Martín Rivas propuesto como mejor actor revelación.
Sólo quiero caminar es la cinta que ha obtenido unos resultados más en línea con lo esperado: 11 candidaturas, lo que la convierte en una digna segundona, pero sin el fuelle para dar grandes sorpresas en la ceremonia. Aunque habrá que tener mucho ojo con sus dos actores, mexicanos de nacionalidad, a los que hay que considerar muy seriamente para el premio.
Sorprende, en cambio, la buena memoria de los académicos al incluir Los crímenes de Oxford, estrenada hace casi un año, entre el cuarteto finalista. Con seis candidaturas, director y guión también incluidos, ha logrado una posición muy solvente con la que dar guerra hasta el final.
Lo que resulta totalmente previsible, aburrido y difícil de justificar son las siete candidaturas de Sangre de mayo. Por más que algunas de ellas sean para profesionales tan solventes como Gil Parrondo o Luis de Orduña, este alrgometraje ha sido tan denostado por crítica y público que su presencia entre los mejores del año es verdaderamente sonrojante.
En el extremo contrario, la lista de ausencias es interminable, como ya se apuntan en los primeros comentarios de lso lectores: Malena Alterio, Unax Ugalde, Mariano Vanancio, Ion Arretxe, María Alfonsa Rosso, Violeta Pérez o todo el equipo de 3 días, que ha pasado de ser una de las grandes favoritas a competir en tan sólo un apartado técnico.