El columnista de Los Angeles Times Tom O'Neil hace desde su blog
una interesante apreciación sobre las nominaciones a los Premios SAG
dados a conocer esta tarde. Según O'Neil la enorme coincidencia que el
año pasado tuvieron con los Oscar se debe a que las películas favortias
habían sido estrenadas en otoño. Sin embargo, advierte de que en esta ocasión varios de
los títulos importantes aún no se han estrenado (como Sweeney Todd o La guerra de Charlie Wilson) o lo han hecho de forma reducida (el caso de Expiación) y que, prescisamente, son éstas las que no aparecen en las candidaturas.
Además, O'Neil advierte de que muy pocos miembros del sindicato han recibido estas películas en DVD mientras sí han recibido de forma generalizada Juno que, pese a llevar sólo dos semanas en cartel, ha logrado una nominación.
De todas formas, y apreciando las razones del columnista, cabe hacerse una nueva pregunta. ¿Es antes el huevo o la gallina? ¿Las anteriores coinciencias de SAG y Oscars se debe a que sus votantes son parcialmente los mismos o a que los resultados de los primeros influyen en los segundos? Si la respuesta correcta es la primera opción, las películas que no han entrado en estos galardones porque los votantes no las habían visto, aún tendrían opción de competir por los Oscar. Pero si la opción buena es la segunda, los títulos que se han quedado fuera -sea por el motivo que sea- van a tener muy difícil reengancharse a la carrera.
Para responder a estas preguntas habrá que esperar hasta la semana que viene, cuando tendremos las críticas de Sweeney Todd y La guerra de Charlie Wilson, sus primeras cifras de recaudación y el furor -o la falta de él- que haya producido en el público. Mientras aguardamos esos resultados, hemos realizado una revisión del Oscatlón en el que por el momento no hemos prescindido de estos títulos en virtud de su presencia en otros premios como los Critcs' Choice o los Globos de Oro.