Se acabaron las elucubraciones y los buenos deseos. Noviembre llama a la puerta y es el momento de tomar el pulso de la carrera por los premios. TÍO OSCAR empieza aquí su análisis pormenorizado por categorías: por un lado, la sección Oscatlón –que refleja a modo de barómetro los nombres que más suenan- se actualizará con mayor frecuencia; por otro, arrancan los análisis en los que se expone de forma exhaustiva el estado de las cosas. La cobertura arranca hoy con una puesta al día de los títulos que han logrado concitar más interés.
El pasado febrero, nada más terminar la ceremonia de entrega de los Oscar de 2006, esta página web lanzó como cada año su primera aproximación a los premios de 2007. En esa rejilla figuraban títulos que siguen dando que hablar y otros que han defraudado respecto a sus expectativas. Y, como es lógico, faltaban muchos que ahora deben ser muy tenidos en cuenta.
Los mayores palos de lo que va de año se los ha llevado Elizabeth: La edad de oro, la segunda parte de la Elizabeth que lanzó a Cate Blanchett al estrellato. A diferencia de la cinta anterior, a esta los críticos la han tildado, como mínimo, de pretenciosa. Tampoco ha salido bien parada la nueva película de Neil Jordan, La extraña que hay en tí y, Jodie Foster como en el caso de Cate Blanchett, ha perdido muchos puntos en el camino hacia el Oscar a la mejor actriz.
También centrada en sus actrices estaba uno de los mayores disgustos de este año, la blandita El atardecer, que protagonizan Meryl Streep, Toni Collette, Claire Danes, Glenn Close, Vanessa Redgrave y Natasha Richardson. Nadie recuerda siquiera que se ha estrenado. Algo así ocurre con Across the Universe, el intento de Julie Taymor de hacer un musical con canciones de los Beatles. Las críticas han sido dispares pero no ha contado en absoluto con el favor del público.
Todo lo contrario se puede decir de Hairspray, que ha resultado más entretenida y, sobre todo, más taquillera de lo que se esperaba y que, si se le hace una buena campaña, puede hacer que el travestido John Travolta aspire a una estatuilla. De igual forma, en este terreno intermedio está la nueva cinta de Ang Lee, Deseo, peligro que, pese a haber triunfado en el Festival de Venecia, sigue sin tener clara su proyección internacional debido, por un lado, a su largísimo metraje y, por otro, a la abundancia de escenas sexualmente explícitas. Lo mismo que Michael Clayton, de Tony Gilroy, una seria competidora por el Oscar al mejor guión pero con debilidades en todas las demás categorías. Y también I’m Not There, la biografía de Bob Dylan encarnado por varios personajes: demasiado rara para arrasar en los premios, pero con la Blanchett demasiado brillante para ignorarla.
De las películas de género fantástico que pueden optar con certeza a los premios técnicos ya en febrero se estaba a la espera de La brújula dorada y Beowulf. Así seguimos. La segunda, de Robert Zemeckis, es de estreno inminente y el trailer deja claro que no se ha escatimado ni en un efecto digital. La otra, que llegará en Navidades, sigue siendo una incógnita.
Y en el terreno de la animación, aunque llegue ahora Bee Movie, parece claro que es el año de Ratatouille, benditos los genios de Pixar que dominan como pocos el arte de contar películas. Y si esta película está ambientada en París, hay que llamar la atención sobre una película francesa de dibujos, Persépolis, que por ahora aspira al Oscar a la mejor extranjera. La última vez que los animadores franceses pusieron un pie en EE UU (con Bienvenidos a Belleville) se llevaron una nominación al premio a la mejor canción.
Las cintas que sí se habló hace un año y de las que, con certeza se seguirá hablando en los próximos meses, son Sweeney Todd, There Will Be Blood, American Gangster, Leones por corderos y Charlie Wilson’s War. Ya se ha hablado mucho de ellas en esta misma página web, pero en resumen se puede decir que las dos primeras van a ser las últimas en llegar y sobre las que se albergan más ilusiones; que las dos siguientes han empezado a recibir críticas y no del todo buenas; y que la última es el mayor misterio de la temporada y a estas altura ya nadie está seguro de lo que puede dar de sí.
Y ahora, las ausencias. Expiación, la gran película británica de este año, está llamada a ser uno de los pesos pesados de la temporada por varias razones, especialmente su factura impecable y la majestuosidad del proyecto. Zodiac, que se estrenó con el arranque del año y que ahora regresa a las salas (y a los anuncios en la prensa) en busca de convertir el éxito de crítica y público de hace seis meses en premios varios. Once y, sobre todo, Juno: las dos pequeñas películas independientes que más han gustado este año. En el valle de Elah, la nueva cinta de Paul Haggis que tanto gustó en el Festival de Venecia. 3:10 to Yuma, el western posmoderno de James Mangold (su brillo ha apagado, por cierto, toda las opciones de El asesinato de Jesse James…). Cometas en el cielo, de Marc Forster y protagonizado por un niño afgano ahora amenazado por su papel en la película. Promesas del este, de David Cornenberg, con su extraordinario pulso narrativo, pero con errores de bulto en el guión. Into the Wild, de Sean Penn, que ha conmovido profundamente. Y, last but not least, No Country for Old Men, lo nuevo de los Coen que ha puesto a Javier Bardem en todas las quinielas.
En los próximos días, el análisis por categorías.