"El espectáculo del año pasado se caracterizó por un estilo hi-tech. Así que este año no hay nada hi-tech, es un regreso sin paliativos al glamour del Hollywood clásico para rendir homenaje a las viejas salas de cine", dice Roy Cristopher, el diseñador del escenario donde se entregará los Oscar el próximo 5 de marzo. El resultado es este: