Sólo por el hecho de que su película Eva ha conseguido hasta 12 nominaciones en los premios Goya de este año, su director Kike Maíllo se coloca con una gran ventaja a la hora de recibir el galardón de dirección novel este año. Las apuestas de dos de sus competidores, Verbo y Maktub, han sido masacradas por la crítica y la cinta de Paula Ortiz ni siquiera ha sido estrenada en salas aún. Todo apunta a la victoria del catalán, pero ¿habrá sorpresa?
Paula Ortiz por De tu ventana a la mía |
María Pérez De tu ventana a la mía, que ganó el premio Pilar Miró a la mejor dirección novel, entregado en el curso de la última Seminci, aprovecha el título y la inspiración de una novela de Carmen Martín Gaite para construir un mosaico de tres historias de amor y liberación de tres mujeres, un mosaico cuyas teselas se unen a través de un metafórico ovillo de lana. Es loable el empeño de la directora aragonesa Paula Ortiz en conseguir un lenguaje propio, que se apoya tanto en la energía de los personajes principales (impecables Maribel Verdú, Leticia Dolera y Luisa Gavasa) como en la expresividad metafórica de las imágenes, plenas de emoción poética, sensibilidad y belleza, a pesar de que esas metáforas resulten demasiado tópicas y evidentes, y por lo tanto mermen su capacidad evocadora. Sí que son muy interesantes el uso del color y la iluminación, cálidos al principio y más fríos según avanza, y el diseño artístico, que se imponen sobre el guión y son los pilares en los que se apoya esta película. |
Kike Maíllo por Eva |
Rubén Miguélez Aunque entre las doce nominaciones conseguidas por Eva en esta edición de los Goya no se encuentre la de mejor película, es cierto que Kike Maíllo parte con mucha ventaja en esta categoría al contar con la ópera prima más laureada del año. Desde que Maíllo se graduó en la ESCAC ha escrito y dirigido dos cortometrajes (Las cabras de Freud y Los perros de Pavlov), pero también ha realizado campañas publicitarias, videoclips y la serie de televisión catalana Arròs Covat. Su salto al mundo de los largometrajes no ha podido ser más acertado, con una de las películas técnicamente más ambiciosas de la historia del cine español. Eva abre una puerta a futuros proyectos, demostrando que en España hay talento suficiente para realizar con mucho acierto una película con intenciones de superproducción. A pesar de que narrativamente hablamos de una película con muchos altibajos, el trabajo de Maíllo está cargado de maestría y acierto, integrando a la perfección ese mundo de ciencia ficción repleto de robots y tecnología futurista con un ambiente realista y cercano que otorga al relato la credibilidad que necesita. Se trata de uno de los mejores trabajos del año y parece complicado que alguien más tenga opciones de llevarse este premio. |
Paco Arango por Maktub |
Pablo López En un año en el que el cine de género en España ha repuntado una vez más, Arango se atreve a hincarle el diente a la comedia familiar, a pesar de ser, probablemente, la contendiente menos ambiciosa de las cuatro. Maktub ha conseguido, en gran parte por el trabajo de su director, revitalizar el género netamente familiar en el cine español con una película que rezuma almíbar, azúcar y buenas intenciones sin miramientos, una concienzuda lanza dirigida a nuestra glándula lacrimal que en un principio podría disgustar, pero que se deja ver con una facilidad y entretenimiento que ya quisieran muchos de sus compañeros de nominación. Arango es un hombre multidisciplinar: ha cantado, hecho televisión, cine y ha creado una ONG, entre otras mil cosas. Este característica de todoterreno se ha visto especialmente reflejada en la promoción al público y los académicos de su película, que no se ha cansado de presentar, introducir y comentar en las decenas de pases previos. Gracias a ese trabajo esta aquí, ahora el trabajo consiste en conseguir la estatuilla, y tiene buen material entre manos para defender su candidatura. |
Eduardo Chapero-Jackson por Verbo |
Samuel Pérez Con sólo tres cortometrajes el director Eduardo Chapero-Jackson parecía haberse convertido en la gran esperanza blanca del cine español. El primero, Contracuerpo, fue nominado al Goya hace cinco años y confirmó un personal estilo visual por lo que muchos esperaban que se convirtiera en el nuevo De la Iglesia o Médem. Pero a la hora de dar el salto al largometraje, el camino no pudo estar más lleno de contratiempos: un rodaje eterno, fechas de estreno pospuestas una detrás de otra y rumores de lucha entre director y productores en la sala de montaje. El resultado es, finalmente, un film muy irregular y fallido, un desastre de guión y de montaje pero que, aun así, contiene unas imágenes sugerentes y una puesta en escena prometedora. El día que le dejen a Chapero-Jackson filmar la película que él quiere (o firme un guión que no sea suyo), ¿podremos confirmar el talento potencial de este cineasta? |
Ganará: Kike Maíllo por Eva
Debería ganar: Kike Maíllo por Eva