Oscatlón 2018: Mejor dirección

Los premios previos este año han ido en un única dirección: hacia el desbordante talento y cinefilia de Guillermo del Toro. Todo parece apuntar a que la Academia hará lo mismo, prolongando así su reconocimiento a los talentos venidos del vecino del sur, después de Alfonso Cuarón y de Alejandro González Iñárritu. Por tanto, Christopher Nolan y Paul Thomas Anderson se volverán a quedar sin Oscar, ni tampoco veremos a Greta Gerwig convertirse en la segunda mujer con esta estatuilla, ni al cómico Jordan Peele culminar su vuelta de campana.

Christopher Nolan por Dunkerque

Oscar
5 nominaciones

Nominación a mejor guión original por Memento (2002) Nominación a mejor película del año por Origen (2011) Nominación a mejor pguión original por Origen (2011) Nominación a mejor película del año por Dunkerque (2018)

Otros premios del año

Otras nominaciones del año

Globos de oro: nominación a mejor dirección Bafta: nominación a mejor director Critics’ Choice: nominación a mejor dirección Sindicato de directores (DGA): nominación a mejor dirección


Hay un chiste muy bueno por ahí rondado sobre las posibilidades de que Dunkerque gane el Oscar, que al parecer es muy improbable porque “como sociedad ya hemos superado lo de Nolan”. Tiene su gracia porque Nolan es uno de los directores que más rechazo provoca y al mismo tiempo que más pasiones levanta. Así son los que son buenos aunque a Nolan le sobren los diálogos explicativos en más de la mitad de su obra. Pero Dunkerque es otra cosa. Dunkerque es la película mejor dirigida del año, punto. Nolan vuelve a sentirse muy conectado con la historia que cuenta, de hecho su abuelo murió en esas aguas, en esa batalla y el director creció oyendo su historia. Y para contarla Nolan ha obviado todo el cine bélico realizado hasta ahora, el desembarco de Normandía que hace años rodó Steven Spielberg no le ha provocado ningún complejo. Lo que hace el director con la narrativa de su película bélica es apabullante. Nolan centra la atención en tres focos, lo que sucede en las playas abarrotadas de soldados, las embarcaciones de pescadores que llegan desde los puertos ingleses y los pilotos que vuelan hacia la playa para enfrentarse a los bombarderos alemanes. Y para contarlo Nolan hace uso de un milimétrico puzle espaciotemporal a través del cual el filme va saltando de unos a otros en diferentes tiempos mientras el espectador construye la batalla en su cabeza. Contándolo de esta forma, el director consigue sensación de asfixia, tensión… Un vacío que llena con explosiones por un lado y dramáticas escenas familiares por otro. Es tan estimulante que cuando acaba la película la única respuesta es un aplauso lento.
Pedro Moral

Jordan Peele por Déjame salir

Oscar
3 nominaciones

Nominación a mejor película del año por Déjame salir (2018) Nominación a mejor guión original por Déjame salir (2018)

Otros premios del año

Gremio de directores (DGA): mejor dirección novel National Board of Review: mejor dirección debutante Críticos de Boston: mejor nuevo director

Otras nominaciones del año

Bafta: nominación a mejor guión original Gremio de directores (DGA): nominación a mejor dirección Critics’ Choice: nominación a mejor dirección


Si el humorista Jose Mota dirigiese una película cinematográfica en España -o si lo hicieran Josema Yuste o Jorge Cadaval- pocos esperaríamos que fuesen a estar nominados al Goya a la mejor dirección. Por eso quizá resulta tan sorprendente que Jordan Peele, cómico estadounidense que forma dueto junto a Keegan-Michael Key, haya sido capaz de realizar una película tan redonda como Déjame salir. Y choca aún más el hecho de que, aunque la cinta contiene una buena dosis de humor negro, se trate de un thriller que pone en entredicho a parte de la sociedad americana más liberal y su aceptación de las parejas interraciales. El pulso narrativo que maneja Peele para desarrollar la tensión, los recursos estilísticos que usa para las secuencias de hipnosis y el valor que muestra al poner toda la carne en el asador durante la recta final del film son para quitarse el sombrero. Este año la mayoría de los premios importantes de dirección han ido a parar a La forma del agua, pero han sido varias las asociaciones de críticos (Boston, New York, National Board of Review) que han reconocido el trabajo de Peele como la mejor dirección novel del año. Si en los Oscars hubiese un premio a la mejor primera película, con permiso de Greta Gerwig, pocos durarían del triunfo de Peele. Pero, ¿será capaz de dar la campanada y sorprendernos a todos la noche del domingo? Tras el Oscar a Moonlight como mejor película el año pasado parece que cualquier cosa es posible.
Samuel Pérez

Greta Gerwig por Lady Bird

Oscar
2 nominaciones

Nominación a mejor guión original por Lady Bird (2018)

Otros premios del año

National Board of Review: mejor dirección National Society of Film Critics: mejor dirección

Otras nominaciones del año

Gremio de directores (DGA): nominación a mejor dirección Critics’ Choice: nominación a mejor dirección


Empecemos por el principio: Greta Gerwig es tan sólo la quinta mujer nominada en esta categoría. Sólo una ha ganado la estatuilla (Kathryn Bigelow por En tierra hostil). La estadística no es sólo ramplona sino sobre todo lamentable. En este contexto, la nominación de Gerwig, conocida hasta ahora por su trabajo como actriz, por su casi debut (codirigió hace un época la cinta Nights and Weekends) es una gran noticia. No sólo por lo evidente sino también porque nos anuncia la llegada de una gran directora. Lo que Gerwig consigue en Lady Bird no parece, desde luego, obra de principiante. Tras las cámaras, consigue sobre todo que nos olvidemos de que estamos viendo una película y consigue que seamos testigos o incluso confidentes de esta adolescente desnortada rumbo a encontrarse consigo misma. Gerwig se pone su propio guión por montera, sin miedo a que los espectadores juzguemos a las protagonistas, nos desesperen o nos estomaguen, sabiendo que el mundo es así y que la verdad nunca es lisa como un seda sino que raspa como una lija. O como una adolescente desnortada. Si no estuviéramos hablando de un casi debut, sería la favorita en las quiniela.
Fernando de Luis-Orueta

Paul Thomas Anderson por El hilo invisible

Oscar
8 nominaciones

Nominación a mejor guión original por Boogie Nights (1998) Nominación a mejor guión original por Magnolia (2000) Nominación a mejor película del año por Pozos de ambición (2008) Nominación a mejor dirección por Pozos de ambición (2008) Nominación a mejor guión adaptado por Pozos de ambición (2008) Nominación a mejor guión adaptado por Puro vicio (2015) Nominación a mejor película del año por El hilo invisible (2018)

Otros premios del año

Críticos de Boston: mejor dirección

Otras nominaciones del año


Paul Thomas Anderson es uno de los grandes artesanos del cine americano moderno. Lo ha demostrado en toda su filmografía hasta ahora, abordando diferentes géneros, diferentes propuestas estéticas y estilísticas y, en definitiva, siendo un autor impecable que adapta su estilo como un guante a diferentes géneros. Con El hilo invisible da una vuelta de tuerca más a su carrera componiendo de forma meticulosa, delicada y sorprendente una relación de amor atípica y fascinante. Lo que el director consigue transmitir componiendo escenas repletas de significados, que completan el universo de la película y juegan a favor de la historia es labor de un auténtico cineasta. En esta edición en la que comparte categoría con dos directores puramente técnicos (Nolan y Del Toro) y dos primerizos (Peele y Gerwig), no sería descabellado pensar que PTA adelante por la derecha a sus compañeros de nominación al dividir votos y se alce ganador de una estatuilla que, como a muchos otros, se le debe desde hace muchos años. Crucemos los dedos antes de caer enfermos.
Pablo López

Guillermo del Toro por La forma del agua

Oscar
4 nominaciones

Nominación a mejor guión original por El laberinto del fauno (2007) Nominación a mejor película del año por La forma del agua (2018) Nominación a mejor dirección por La forma del agua (2018)

Otros premios del año

Globos de Oro: mejor dirección Bafta: mejor dirección Critics’ Choice: mejor dirección Gremio de directores (DGA): mejor dirección Críticos de Los Ángeles: mejor dirección

Otras nominaciones del año


La película catapultada hacia los Oscar desde que se estrenó (y ganó) en el Festival de Venecia está dirigida por el carnal más fantasioso del nuevo cine mexicano, y el que menos reconocimientos ha recibido en estos premios hasta la fecha, ya que Cuarón e Iñárritu viven en permanente idilio con la Academia (sobre todo el último). También es el que se ha dedicado más al cine de género, y aunque en La forma del agua no lo abandona, parece que su historia de amor al estilo La bella y la bestia ha llegado a un público más amplio. Y es verdad que Del Toro en ella no ha abandonado ninguna de sus marcas de estilo, su fuerza, su meticulosa atención al detalle ni su desbordante cinefilia, aunque quizá resulte menos auténtica que sus anteriores películas, una autenticidad a la que parece haber renunciado para complacer a más gente, a pesar de esas puñaladas de brutalidad y crudeza que aparecen aquí y allá a lo largo de la película. Guillermo del Toro ha hallado quizá la combinación perfecta entre género y melodrama, mezclando su terror gótico con el melodrama clásico y toques de musical, una fórmula que quizá con el tiempo perfeccione y refuerce. De momento, y pese a la acusación de plagio que podría mermar sus posibilidades, parece que ninguno de sus contrincantes logrará hacerle sombra en esta categoría.
María Pérez

Ganará: Guillermo del Toro por La forma del agua
Debería ganar: Paul Thomas Anderson por El hilo invisible
Molaría que ganase: Greta Gerwig por Lady Bird