Las actrices de La favorita son, efectivamente, las favoritas para llevarse el Oscar en esta categoría. Al fin y al cabo es una película que funciona gracias a ellas. Pero posiblemente caigan víctimas de la división de voto, por lo que todo está en el aire porque este año hay dos nombres de dos actrices de esas que se han pateado decenas de series de televisión, que han aparecido tanto en películas pequeñas como grandes y siempre haciendo papeles pequeños. Muchas de esas veces han pasado desapercibidas pero por fin han tenido ocasión de colgarse el cartel de robaescenas… Ojalá el Óscar caiga para alguna de ellas. Aunque… bueno, en el fondo sabemos que lo que realmente nos gustaría es que Amy Adams se llevase todos los Oscars de todas las categorías de todos los años venideros.
Amy Adams en El vicio del poder
Oscar
6 nominaciones
Nominación a mejor actriz de reparto por Junebug (2005)
Nominación a mejor actriz de reparto por La duda (2008)
Nominación a mejor actriz de reparto por The Fighter (2010)
Nominación a mejor actriz de reparto por The Master (2012)
Nominación a mejor actriz protagonista por La gran estafa americana (2013)
Otras nominaciones del año
Globos de Oro: Mejor actriz de reparto
BAFTA: Mejor actriz de reparto
Sindicato de Actores: Mejor actriz de reparto
Critics’ Choice: Mejor actriz de reparto
Uno de los mayores placeres cinematográficos que se han podido ver este año ha sido contemplar a Amy Adams con el brillo de lágrimas de rabia empapando sus ojeras diciéndole a un Christian Bale taciturno, mugriento y medio gordo que ella no puede ir a una universidad elitista, ni dirigir una empresa, ni ser alcaldesa porque ese es un mundo para mujeres: “Te necesito y ahora mismo eres un cero a la izquierda bien gordo y empapado de pis”. Ya solo por este rapapolvos de su personaje, Lynne Cheney, a su marido, Dick Cheney (el hombre que dominaba el mundo durante el mandato de George W. Bush) Amy Adams merece ganar el Oscar. Bueno, por eso y porque ya van seis nominaciones donde no está la que sí que le debería haber llevado a la gloria, su protagonista en La llegada, probablemente la película de ciencia ficción más importante de lo que va de siglo. Esperemos que esta vez no sean tan injustos. Aunque si nos tenemos que basar en los premios que se ha llevado este año…
Marina de Taviria por Roma
Oscar
Primera nominación
Marina lleva trabajando 20 años en la televisión mexicana y más de una década en cine, producciones, también, mexicanas. Alfonso Cuarón la ha convertido en una artista internacional con su papel secundario en Roma. Ella es la señora de la casa, la madre de Cuarón si asumimos que Roma es una adaptación libre de sus recuerdos de infancia. Su trabajo, claro, es soberbio, entre la simpatía de todas y todos los que nos hemos sentido despreciados y engañados por alguien a quién amábamos y la antipatía de todas y todos los que rechazamos la condescendencia de la burguesía. Pero las conversaciones con Cleo, con sus hijos, su llegada a casa borracha destrozando ese coche más grande que el aparcamiento, la venenosa metáfora de a dónde puede llegar el ego de un hombre. La señora de la casa, Sofía, es un personaje dificilísimo que funciona un poco como regulador de las aspiraciones y desencantos de su querida empleada y protagonista absoluta del filme. Sería bonito que se lo dieran, aunque siendo honestos, si de todas las nominaciones se tuvieran que dejar un Oscar por el camino, sería este.
Regina King en El blues de Beale Street
Oscar
Primera nominación
Otros premios del año
Globo de Oro: Mejor actriz de reparto
Critics’ Choice: Mejor actriz de Reparto
National Board or Review: Mejor actriz de Reparto
Otras nominaciones del año
Independent Spirit: Mejor actriz de reparto
Lo que hace Regina King en El blues de Baele Street es una proeza. Básicamente interpreta no a un personaje, en este caso la madre de la protagonista, sino a toda una generación de mujeres negras que se enfrentaban día a día a una terrible discriminación racial en Nueva York. El personaje de Regina esconde a su madre, su abuela, sus tías… Una mujer fuerte que persiguió durante un tiempo su sueño de ser cantante hasta que, como le ocurre a la mayoría, tuvo que asumir que éste nunca llegaría. La interpretación de King es natural, es creíble, sin ninguna caricatura… Esto ayuda enormemente a que Barry Jenkins construya una película menos poética que Moonlight pero mucho más sincera, mucho más directa. Después de toda una vida colaborando en series y películas menores Regina King merece un reconocimiento que no le llegó por la fantástica Ray.
Emma Stone por La favorita
Oscar
1 oscar, 3 nominaciones
Nominación a mejor actriz de reparto por Birdman (2014)
Oscar a mejor actriz protagonista por La La Land (La ciudad de las estrellas) (2016)
Otras nominaciones del año
Globos de Oro: Mejor actriz de reparto
BAFTA: Mejor actriz de reparto
Sindicato de Actores: Mejor actriz de reparto
Critics’ Choice: Mejor actriz de reparto
¿Qué tiene Emma Stone? Está claro que está en su mejor momento: Tres nominaciones en cinco años… Este no lo va a ganar porque ya sería mucha carambola pero está claro que su trabajo es exquisito. La clave está en que consigue mezclar esa cosa encantadora suya que tiene de nacimiento con una terrible mala baba. En La favorita tiene que interpretar a una tipa ambiciosa, sin escrúpulos, mentirosa, cruel, borracha, mal hablada, desleal, interesada… Muchas cosas malas para una cara acostumbrada a papeles angelicales y lo borda. Pero claro, en este caso su trabajo no podría ser bueno sin la réplica de Rachel Weisz y Olivia Colman, lo cual sería injusto que en este caso solo se lo dieran a una de ellas… La favorita es una película maravillosa y además un ejemplo de cómo los actores y las actrices se hacen mejorar entre sí en un trabajo en equipo.
Rachel Weisz por La favorita
Oscar
1 oscar, 2 nominaciones
Oscar a mejor actriz de reparto por El jardinero fiel (2005)
Otros premios del año
BAFTA: Mejor actriz de reparto
Otras nominaciones del año
Globos de Oro: Mejor actriz de reparto
Sindicato de Actores: Mejor actriz de reparto
Critics’ Choice: Mejor actriz de reparto
Hay una escena donde Rachel Weisz se pone a bailar con Joe Alwyn. No es un baile tradicional, el típico baile de salón del siglo XVIII que vemos en las películas de época. Hay acrobacias, movimientos muy modernos, algunos arrítmicos… Es, claro, pura provocación. Aunque la importancia de esa escena esté en la primerísimo primer plano de Olivia Colman, Weisz demuestra que es un animal. Y después de eso todas las miradas de la película, toda la rabia, toda la frustración, todo el amor y la pasión y sobre todo la inteligencia abrasiva de un personaje con una fuerza increíble encajan perfectamente en el cuerpo y el alma de esta actriz que puede, perfectamente llevarse el Oscar porque 13 años son muchos desde la última vez que subió a recogerlo.
Ganará: Regina King por El blues de Beale Street Debería ganar: Amy Adams por El vicio del poder Molaría que ganase: Marina de Tavira por Roma