Oscatlón 2019: Mejor cortometraje de imagen real

Si no conoces el caso Bulger antes de buscarlo en google te aconsejamos que te lo pienses dos veces si eres una persona sensible. Resumiendo mucho: James Bulger era un bebé de dos años que fue asesinado en 1993 por dos niños de diez años. El asesinato fue brutal. Y hoy en día sigue siendo uno de los crímenes con más controversia de Reino Unido. El director se centra en el asesinato y en las pesquisas pertinentes. Desde que se conoce la existencia del corto la madre del pequeño Bulger a intentado que se retirara llegando a reunir 227.000 firmas antes del 29 de enero. El director se negó a retirar el corto y quizá esta polémica le penalice de cara a que los académicos quieran evitar líos desagradables.

El Festival de Sundance, el Festival Internacional de Cine de Toronto, el Festival Internacional de Cortos de Palm Spring… El trabajo de Jérémy Comte es el más premiado de la candidatura y por ello es evidente que es el que más opciones tiene de llevarse la estatuilla. Fauve retrata como dos chavales comienzan a jugar en una mina abandonada al aire libre y poco a poco la cosa se va poniendo seria hasta que se les va de las manos y pierden el control. El corto no es perfecto, vale, pero es lo suficientemente estimulante e inquietante para que al acabar de verlo te quedes pensando quién es el tipo que está detrás de todo. Como diría el Senador Palpatine: “Seguiremos su carrera muy de cerca”.

Si no fuera por la última escena de Marguerite, este cortometraje de Marianne Farley no estaría nominado. A pesar de que suena con fuerza entre las candidatas todo lo que se cuenta sobre esta relación entre una anciana y su enfermera ya ha sido contado cientos de veces. Pero también es cierto que la descripción de estas dos generaciones y su enfrentamiento es audaz y entrañable, siendo uno de los proyectos audiovisuales con temática LGTB más potentes de año…. Además cuando Farley reconoce que se ha inspirado en su abuela para su personaje no queda más remedio que rendirse a sus pies.

Las cosas como son, Sorogoyen no lo tiene nada fácil aunque claro está, es nuestro favorito por lo obvio. Igual que Nacho Vigalondo, o Fesser o Esteban Crespo y otros tres nombres propios más, el director de El reino opta al Oscar a mejor cortometraje de ficción. Y a parte del gafe que esto supone (casi del mismo calibre que los cuartos de final de la selección de fútbol) es sabido que esta categoría es, de todas, la más rara. Tampoco tiene mucho a su favor la poca espectacularidad de Madre, un relato breve en forma de thriller donde dos personas hablan por teléfono en una localización. O quizá ahí esté la gracia y su habilidad para crear tensión con tan pocos adornos sea lo que le lleve hacia el codiciado Oscar.

Un corto que se convirtió en película. Eso es Skin. Un hombre negro sonríe a un niño de diez años en un supermercado… Esta es la mecha de una guerra entre dos bandos. Una corto muy ambicioso que podría resumirse en contar el presente de Edward Norton en American History X, cuando tiene pelo y se quiere quitar los tatuajes. En un Hollywood muy concienciado puede que el mensaje de Guy Nattiv cale hondo y se lleve el gato al agua pero también es cierto que sería una injusticia si se compara con la calidad, tanto cinematográfica como creativa, del resto de trabajos.