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CRÍTICA: ‘Agnosia’, la enfermedad del amor

CRÍTICA: 'Agnosia', la enfermedad del amor

Eugenio Mira es una cara conocida del género en España. A pesar de no ser demasiado reconocible por el gran público, el director alicantino tiene tablas como compositor, guionistas, cámara y director, pero es con esta Agnosia con la que puede llegar a conseguir un merecido puesto en el front line del género en España.

Agnosia, por mucho que las machaconas campañas de marketing quieran convencernos de lo contrario, es una historia de amor. De un amor triangular, entre Joana, una chica con una enfermedad neuropsicológica (la que da nombre al filme) y dos hombres: Carles, su prometido y fiel mano derecha de su padre; y Vicent, un novato criado que acaba de llegar a servir a su casa.

Con la premisa de que la joven es la única conocedora de un secreto industrial millonario, se pone en marcha el entramado que engrana las tres principales historias de lucha de esta película: la lucha por el amor de Joana, la lucha por suegra la enfermedad, y la lucha por el secreto industrial que hará rico a su propietario.

Con una ejecución en imágenes más que correcta y una ambientación tremendamente verosímil gracias a la impecable fotografía y la cuidada escenografía, este cuento de amor gótico, se adentra en un desarrollo bastante interesante hasta que todas las cartas se exponen sobre la mesa y hay que hacer juego.

Es en ese preciso instante cuando la película navega con un rumbo fijo aunque desenfocado, y transita peligrosamente por la incertidumbre de un tercer acto confuso que conduce a un final no del todo preciso. En esa inseguridad narrativa es donde reside el punto débil de la película, que da la sensación de ser un meritorio puzzle de intereses encontrados que finalmente se resuelven por una casualidad del destino.

En cualquier caso, y pese a que el cierre de la historia está bastante fuera de lugar en consecuencia a la historia, la propuesta de Mira viene dispuesta a seguir la estela abierta por Los Ojos de Julia, otra película bien ejecutada con fallas en su estructura. Esperemos que entre las dos puedan hacerse hueco.