El Festival de Málaga se inaugura esta noche con ¿Para qué sirve un oso?, el nuevo trabajo de Tom Fernández, una suerte de panfleto ecologista con pobres ínfulas de comedia de situación respaldado por un notable reparto que no termina de convencer. Javier Cámara, Gonzalo de Castro, Emma Suárez y Geraldine Chaplin, entre otros, son los protagonistas de esta cinta.
Con un guión simplista hasta cotas insospechadas, la película, una de las cintas con mayor intención comercial de esta edición del Festival, se desarrolla a caballo entre la fábula moralista ecologista de dos hermanos científicos que luchan por la defensa de la flora y la fauna, hasta la comedia de situación con toques de romance. Un mejunje de géneros que da como resultado una cinta errática que nunca termina de enseñar sus cartas.
El reparto defiende sus líneas con sus mejores armas, pero poco hay que hacer ante un guión desestructurado con diálogos poco verosímiles y situaciones forzadas. Tampoco juega a su favor, ni en favor de la sorprendente producción, una posproducción de montaje y sonido que no aclara la resolución de las escenas, las atmósferas y desaprovecha, sin lugar a dudas, unos entornos naturales de inestimable belleza.
En definitiva podría decirse que ¿Para qué sirve un oso? es una colisión de buenas intenciones que se deslucen entre sí confundiendo al espectador ante una historia que no termina de cuajar. Un desesperanzador comienzo para un Festival que se enfrenta a una edición llena de incertidumbres en su sección oficial.