A los 95 años se ha apagado la luz de esta estrella incombustible. La actriz irlandesa fallecía hoy mismo, según el comunicado de su familia, mientras dormía rodeada de los suyos y escuchando la banda sonora de una de sus grandes películas, El hombre tranquilo. En la nota de prensa emitida por la familia lamentan su pérdida pero también animan a redescubrir a las nuevas generaciones a una mujer tremendamente valerosa que nunca dejó de luchar por sus sueños.
La conocimos como Esmeralda en El jorabado de Notre Dame, se pudo a las manos de Hitchcock en Posada Jamaica, John For la dirigió en la aclamadísima ganadora del oscar a la mejor película Qué verde era mi valle y acompañó a John Wayne en la ya mencionada El hombre tranquilo. Y se ganó el cariño del gran público con De ilusión también se vive o Tú a Londres y yo a California.
Su vida ha pasado, pero nos quedan sus películas. E Irlanda, su casa.