La última temporada de Breaking Bad ha sido la gran trinfadora de los Premios Emmy 2014: mejor serie, mejor guión, mejor actor protagonista (Bryan Cranston) y mejores actores de reparto (Anna Gunn y Aaron Paul). Tan sólo se le ha escapado el premio a la mejor dirección que ha ido a manos de la estrella emergente True Detective y su realizador Cary Fukunaga.
En cambio, esta serie ha visto caer derrotado a sus estrellas Woody Harrelson y, sobre todo, Matthew McConaughey, que se las prometía muy felices con el doblete Oscar y Emmy que finalmente no ha llegado. Juliana Margulies ha defendido el pabellón de The Good Wife (que ni estaba nominada en mejor serie) con el Emmy a la mejor protagonista.
En comedia, por quinto año consecutivo la victoria ha sido para Modern Family que, además de mejor serie, ha logrado por segunda vez el premio a mejor secundario a Ty Burrell y mejor guión. Julia Louis-Dreyfus ha logrado su quinta estatuilla (la tercera por protagonizar Veep) y un beso de tornillo de Bryan Cranston.
Louis C.K. se ha llevado los Emmy de mejor actor de comedia y mejor guión de comedia por Louie.
En los apartados de miniserie y telefilm a punto ha estado de triunfar Sherlock después de tres años de nominaciones sin estatuilla. Ha habido galardón para Benedict Cumberbatch (protagonista), Martin Freeman (secundario) y Steven Moffat (guión). Pero el premio al mejor telefilm -por el que competía la británica- ha sido para la de antemano favorita The Normal Heart. Y mejor miniserie ha recaído en Fargo.
Las actrices de American Horror Story: Coven han copado estos apartados, Jessica Lange otra vez como mejor protagonista y Kathy Bates como actriz de reparto.
La ceremonia, presentada por el cómico Seth Meyers, ha tenido su punto álgido en el homenaje de Billy Crystal a Robin Williams.
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