Los hermanos Coen y Paul Thomas Anderson no han fallado en sus
previsibles candidaturas a los Premios del Gremio de Directores (DGA,
por sus siglas en inglés). A ellos se unen los no menos esperados Sean
Penn y Julian Schnabel. El quinteto lo cierra, no Tim Burton ni Joe
Wright, sino Tony Gilroy. Este galardón es uno de los más importantes
en la carrera por los Oscar: desde que se creó en 1949 sólo han dejado
de coincidir en el premiado en seis ocasiones (aunque dos de ellas han
sido en los últimos siete años).
Estas nominaciones van a resultar fundamentales en las aspiraciones de La escafandra y la mariposa, que se afianza definitivamente entre las favoritas para los Oscar, pero también para Michael Clayton, que viene luchando a brazo partido desde hace meses por sedimentar su candidatura que flojeaba, precisamente, en el apartado de mejor director por ser un destacada guionista que debutaba ahora como realizador. ¿Recuerdan el caso de Crash? Paul Haggis, aclamado escritor, debutaba en la dirección y terminó ganando los Oscar a mejor película y mejor guión, aunque el de mejor director terminó en manos de Ang Lee.
Expiación, en cambio, cae de lleno en el terreno de la incertidumbre. Durante toda la carrera ha sido la candidata-tipo para los Oscar, pero a estas alturas del año aún ha cosechado pocos premios. No estar entre las finalistas de los DGA aumenta aún más las dudas sobre ella. De quien ya no queda duda es de Tim Burton y Sweeney Todd: están fuera de la carrera. No el han fallado las buenas críticas y no le ha ido mal en taquilla, pero una vez más se le escatiman los premios.
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