Por Pedro Moral. Estamos ante la candidatura más previsible de los últimos años. La competencia es más alta incluso que en las demás candidaturas pero el reinado de Modern Family ha devastado toda posibilidad de sorpresa. En esta recta final, como en todas las anteriores, cabe preguntarse si será este año el año en el que los académicos apuesten por la novedad y rompan el guión que han seguido desde que en 2010 la serie de Steven Levian y Christopher Lloyd comenzará a reinar en los Emmy. Este año las candidatas a robarle la corona son Big Bang, Orange is the new black, Veep, Louie y Silicon Valley.
Big Bang
Después de siete temporadas siendo la reina de la televisión norteamericana sería muy raro que fuera precisamente éste año, su año. Por varias razones, la primera es porque aun siendo la comedia más vista de la televisión la audiencia media ha bajado en un millón de espectadores con respecto al año pasado, quedándose en 17 millones y la segunda es porque esta última temporada ha sido en general bastante más floja que las demás. Es una serie hecha para el público que no va a pasar de tener su hueco en las nominaciones de los Emmy, pero que parece raro que vaya más allá. Sus personajes y los actores que les ponen cara siguen siendo la pieza clave, en parte por eso sus protagonistas han conseguido llegar al millón de dólares por capítulo. Pero este fenómeno mundial sigue girando alrededor de un nombre propio, el de Jim Parson. El actor que interpreta a Sheldon podría ganar el premio por su actuación por cuarta vez y ahí se quedaría la recompensa en forma de Emmys para The Big Bang Theory.
Orange is the new black
Esta serie de Netflix ha sido la sensación de este año en Estados Unidos y eso se ha traducido en una omnipresencia en las candidaturas de estos Emmy. Su creadora, Jenji Kohan, no es ninguna novata, en su anterior serie titulada Weeds ya supo mezclar a la perfección el humor negro y el drama. Con Orange is the new black ha revolucionado la televisión y se ha ganado a pulso su vasta popularidad. No es una comedia pura, es una ‘dramedia’, pero sus personajes son excelentes y además cuenta con ese factor tan vapuleado últimamente: el factor sorpresa. Siempre es bueno tener caras nuevas entre los nominados. Con la mitad de las actrices nominadas en sus candidaturas solo queda esperar a ver si este retrato de una cárcel de mujeres en Litchfield, Nueva York, ha calado en los académicos. ¿Les habrá gustado esta miscelania de lesbianismo, crítica social al sistema penitenciario y corrupción policial?
Veep
Veep es otra de las candidatas fuertes. Una de las comedias con posibilidades de arrebatarle el trono a Modern Family. Además, de todas las nominadas, con permiso de Louie, su última temporada es la mejor de toda la serie. La línea ascendente siempre es un punto a favor. Julia Louis-Dreyfus ha ganado dos Emmy como mejor actriz, lo que significa que es una serie que los académicos tienen muy en cuenta. Es una serie tremendamente graciosa llena de momentazos para desencajarte la mandíbula y además todos y cada uno de sus personajes contienen una hilarante historia que se desarrolla siempre al son de Dreyfus. Otro de los motivos para defender a esta nominada es la injusticia que se está cometiendo con las comedias de la HBO, no gana ninguna este premio desde Sexo en Nueva York en 2001. Ha llovido demasiado.
Louie
La serie de Louie C. K. es irreverente, surrealista y dura en ocasiones. Sin duda estamos ante una de las propuestas más inteligentes de la televisión norteamericana. Este año es su año y aunque sería una sorpresa que se llevara el premio a mejor serie de comedia sería más que justo que esto ocurriera. Louie ha presentado este año varios capítulos que tienen todos los ingredientes para hacer historia en la televisión, ambos nominados a mejor guión y mejor dirección. Que los académicos se hayan fijado en ‘So Did The Fat Lady’ es una señal inequívoca de que disfrutan con las desventuras de este cómico que cuenta su día a día en Nueva York de con una endulzada (aunque histérica) narración. La interpretación de Louie ya ha superado a su capacidad como monologista. Premiar a Louie significará premiar a lo raro, al riesgo, por eso es poco probable que gane.
Silicon Valley
Ya es bastante sorprendente que esta comedia tenga el privilegio de competir por un Emmy como para que acabe ganándolo. Es justo reconocerle la gracia a la historia de estos excéntricos emprendedores que luchan contra si mismos para mantener una amistad debilitada por la ambición. Tampoco es la comedia típica que uno puede ver premiada en los Emmy, no tan loca como Louie, pero suficientemente desviada de lo ordinario como para ser la candidata marginal del grupo. Además a pesar de la positiva valoración de la crítica la serie no ha tenido suficiente repercusión para ganar el Emmy. La HBO está cada vez más cerca de ser reconocida en esta candidatura, pero esta revisión suya de The Big Bang Theory peca de un final mediocre y de hilar demasiado fino en su estilizado friquismo.
Modern Family
El quinto galardón sobrevuela la cabeza de los creadores de una serie que ha marcado un antes y un después en la comedia televisiva estadounidense. Si esta serie coral no se lleva su quinto Emmy estaríamos hablando de fin de ciclo, algo improbable. Es cierto que las tramas no han dado una especial vuelta y los personajes no han sufrido ningún arco demasiado marcado pero quizá ahí esté el secreto de su éxito. Lo mismo que le ha bastado para acumular el respeto de los académicos. El año pasado parecía que 30 Rock iba a robarle el premio y hubiera sido justo pero ni siquiera el adiós a la serie de Tina Fey fue suficiente para los críticos. Este año, como casi todos, se enfrenta a comedias muy distintas, productos fuertes que en cualquier momento pueden arrebatarle la corona. Que pase o no este año es una duda existencial que nos corroe a todos. ¿Nadie se cansa de Modern Family? La respuesta es no.
Ganará: Modern Family
Debería ganar: Louie