Tres de las películas que más han dado de qué hablar el pasado año se encuentran compitiendo en una categoría en la que su predecesora fue Las brujas de Zugarramurdi con Ramón Piquer como parte del equipo y repitiendo este año nominación por su participación en Torrente. Explosiones y persecuciones policiales son las escenas que más lucen en la mayoría de las nominadas, entre las que La isla mínima parece la mejor colocada. Aunque puede que El Niño dé la sorpresa gracias a la espectacularidad y el buen resultado de las escenas en las que entra en acción el helicóptero.
Guillermo Orbe y Raúl Romanillos por El niño
En un thriller como El Niño la acción y los efectos especiales van de la mano. Lo mejor son las persecuciones, por tierra, mar y aire. Las escenas en las que entra en acción el helicóptero de la policía no tienen nada que enviar a las de Hollywood, sobre todo cuando este acaba estrellándose en mar abierto tras una frenética carrera. Con esta película Guillermo Orbe ha conseguido la segunda nominación de su carrera. La primera fue por otra de Daniel Monzón, Celda 211. El gran veterano es la categoría es Raúl Romanillos, quien por tercera vez es candidato por partida doble. Lo está por El Niño, pero también por Open Windows. En total, 15 nominaciones y cinco premios en su haber. La duda es si de ganarlo nuevamente este año lo hará Open Windows o por El Niño. La segunda parece tener, a priori, más posibilidades.
Juan Ventura y Pedro Moreno por La isla mínima
Es, como en tantas otras categorías, la gran favorita. Y, como le ocurre a El Niño, una de las mejores escenas es la de la persecución final a oscuras, campo a través. Y la lluvia, esa lluvia que cala a los protagonistas hasta los huesos, que les impide ver y hace que la tensión aumente aún más, se merece una mención especial. Los responsables de los efectos de La isla mínima son Juan Ventura, que podría hacer bueno el dicho popular de que a la tercera va la vencida y Pedro Moreno, para quien esta es su cuarta vez como candidato en una categoría de poco lucimiento en el cine español como es la de efectos especiales.
Antonio Molina y Ferrán Piquer por Torrente 5: Operación Eurovegas
Explosiones, muros que saltan por los aires, coches que persiguen un avión y muchas cosas rompiéndose aquí y allá son las grandes bazas de la quinta de Torrente para llevarse la estatuilla en esta categoría. Un trabajo más a la vista que en el resto de nominadas y algo más llamativo de cara al espectador que un buen manto de lluvia o un helicóptero que cae al mar. Eso sí, una de las explosiones que puede verse en el tráiler deja bastante que desear en cuanto a realismo. Esta es la primera nominación para Antonio Molina y la sexta para su compañero de candidatura. Ferrán Piquer acumula media docena y ya sabe lo que es subir al escenario a agradecer un premio. Lo ha hecho en dos ocasiones gracias a Las brujas de Zugarramurdi y Balada triste de trompeta.
David Heras y Raúl Romanillos por Open Windows
Esta es la otra oportunidad, aunque quizá menor, de Raúl Romanillos para sumar el sexto ‘cabezón’ en su cuenta personal. El otro nominado por lo último de Nacho Vigalondo es David Heras, que repite candidatura tras Intruders. En Open Windows los efectos también están muy presentes en persecuciones policiales y explosiones, sobre todo en la recta final de la película donde comienza la verdadera traca. Aunque lo realmente impactante de Open Windows no es lo que vuela por los aires o explota, sino la forma de presentar todo eso, con un sinfín de ventanas abiertas que recogen la virtualidad del mundo actual. El ordenador es un compañero más de trabajo, un miembro más de la familia y un amigo más con el que pasar el rato. Y en Open Windows es un personaje más.
Ganará: La isla mínima
Debería ganar: El Niño
Molaría que ganara: Open Windows