Con Mikel Rueda (A escondidas) fuera de juego, el Goya a la mejor dirección novel parece estar decantado hacia Carlos Marqués-Marcet, gran triunfador del pasado Festival de Málaga con su 10.000 km. El disgusto de última hora se lo pueden dar Juanfer Andrés y Esteban Roel con Musarañas, la última rival en incorporarse a la lucha. Menos claras parecen las opciones de Curro Sánchez Varela con Paco de Lucía: La búsqueda y de Beatriz Sanchís con Todos están muertos.
Carlos Marqués-Marcet por 10.000 km
La ganadora absoluta del 17º Festival de Málaga es una historia de amor contada en dos espacios y en dos etapas, y con una solidez y una claridad de ideas envidiables. El plano secuencia que sirve de introducción funciona también como anuncio de la crónica de una muerte anunciada, o más bien como aviso para navegantes: no hay felicidad que cien años dure. El amor de una pareja joven y aparentemente sólida retratado de una manera realista y menos edulcorada que a lo que se nos tiene acostumbrado o lo que sucede después de que aparece el THE END a la comedia romántica; como se suele decir, “si quieres que Dios se ría cuéntale tus planes”. Todo eso convirtiendo la necesidad en virtud y encontrando el la economía de medios su mayor fortaleza, con ideas que aunque no sean originales están utilizadas y aprovechadas al máximo de su potencial y que refuerzan el excelente trabajo de los dos actores protagonistas. Un gran debut para un director que muy justamente se llevará el Goya a casa. María Pérez
Juanfer Andrés y Esteban Roel por Musarañas
Una de las sorpresas en la categoría más propensa a sorpresas es la candidatura de Juanfer Andrés y Esteban Roel por Musarañas. El género, más allá de grandes nombres, siempre ha estado reñido con la inmovilista mentalidad de la Academia como ente. Bien es cierto que en este caso, Musarañas viene de la mano de un gran nombre: Álex de la Iglesia, pero que sus autores opten al Goya a la mejor dirección novel es una más que agradable sorpresa. Musarañas es un ejercicio de estilo y género muy aferrado a lo clásico temática y formalmente, pero desde luego, y dada la esencia del proyecto es una más que correcta cinta filmada con buen pulso y saber hacer. Este es uno de los casos más llamativos en los que ‘la nominación ya es premio’ se hace más patente, sobre todo por el ya mencionado menosprecio académico generalizado al género. Ganar el cabezón sería bien merecido y, desde luego, una gran y maravillosa conquista. Pablo López.
Curro Sánchez Varela por Paco de Lucía: La búsqueda
La búsqueda son dos cosas, un tratado sobre la música, la improvisación, la mezcla, el flamenco… Y también es un viaje al alma del guitarrista mejor dotado de la música española. El autor de este periplo cinematográfico es Francisco Sánchez Varela, el hijo de Paco de Lucía. El mérito de este director para estar entre los nominados de una categoría en la que cada vez hay mayor competencia es haberse dejado llevar por una historia que pretendía ser un seguimiento de las rutinas de Paco y que acabó siendo un emocionante e íntimo retrato de un género musical puro, magnético y receloso que un genio supo dotar de dimensiones universales, a pesar de las críticas y a pesar de los prejuicios. Irremediablemente Sánchez Varela termina por describir, quizá de manera inconsciente, una compleja relación paterno filial. La misma que le empujó a planificar este documental donde la sensibilidad emana de los primeros planos de los dedos del artista, donde las imágenes de archivos se reparten en emocionantes secuencias que siempre quedan por debajo de la enorme presencia de Paco de Lucía, de su voz y de su humilde forma de expresarse. Es imposible que alguien supere la maestría con la que Varela ha homenajeado a su padre y también al guitarrista. Pedro Moral
Beatriz Sanchís por Todos están muertos
Demos por sentado que la candidatura de la valenciana Beatriz Sanchís vale tanto como directora como guionista porque en Todos están muertos es difícil dibujar los límites entre ambas facetas. De hecho, es difícil distinguir entre realización, guión y alma, porque si algo es esta arriesgada cinta, es alma. Sanchís, como en las mejores películas de fantasmas, es capaz de hablarse con un ser que ya no está en este mundo con serenidad y naturalidad infinitas y acompaña a sus personajes, tan doloridos, en el aterrador viaje hacia el ajuste de cuentas y el restañar de las heridas. Cuesta creer que una cinta que emana tanta sensibilidad y delicadeza sea una ópera prima. Nada de todo esto significa, sin embargo, que vaya a ganar el Goya. Desgraciadamente, a Todos están muertos le falta popularidad para imponerse a sus rivales. Fernando de Luis-Orueta
Ganará: Carlos Marqués-Marcet por 10.000 km
Debería ganar: Beatriz Sanchís por Todos están muertos
Molaría que ganara: Curro Sánchez Varela por Paco de Lucía: La búsqueda