El peso dramático que llevan sobre sus espaldas estas cuatro jóvenes actrices en sus papeles las convierten desde luego en candidatas idóneas para este Goya, que en tantas otras ocasiones no ha revelado nada. Y aunque parece que el premio tiene una destinataria clara, la categoría está que arde.
Silvia Pérez Cruz por Cerca de tu casa
Silvia Pérez Cruz ha hecho casi el pleno de nominaciones este año en la carrera de premios española por Cerca de tu casa, ya bien sea por su trabajo en la banda sonora de la película o, como en este caso, por su debut delante de la cámara en la última película de Eduard Cortés. El descarnado relato de la crisis económica a través de su personaje de Silvia Pérez Cruz es un valor más que suficiente (como ya le ocurriera a Natalia de Molina el año pasado) para alzarse con la nominación, pero en este caso se añade el complemento de la interpretación musical, con la que ha conseguido sendas nominaciones, pero que también han sido algo clave a la hora de salir elegida entre todas las propuestas. Un año muy disputado pero que, en cualquier caso, confirma que la intérprete ha aterrizado delante de las cámaras con buen pie y con grandes opciones de que sea por mucho tiempo. Por Clapton Davis
Anna Castillo por El olivo
La primera vez que pudimos disfrutar del talento emergente de Anna Castillo fue en Blog (2010), la interesante ópera prima de Elena Trapé y en la que una joven Castillo afrontaba la cámara con una naturalidad innata que ya apuntaba maneras. Un par de años más tarde, en Promoción Fantasma (2012), de Javier Ruiz Caldera, Anna Castillo cambiaba de arquetipo y se convertía en la empollona de la clase, la eterna delegada, y construía uno de los personajes más divertidos y carismáticos de la cinta. Tampoco le han faltado papeles en televisión -la hemos visto en Doctor Mateo o Amar es para siempre– e incluso le ha dado tiempo a triunfar en la escena teatral madrileña gracias a La llamada, cuya Susana Romero reencarnará en la gran pantalla la próxima primavera. Fue el año pasado cuando Anna Castillo se metía en la piel de Alma en El Olivo, personaje sobre el que descansa la última película de Iciar Bollaín y en el que nos ofrece -dejando la revelación a un lado- una de las mejores interpretaciones femeninas del año. Castillo está a la altura de las circunstancias y construye a esta joven, desesperada por recuperar el olivo de su abuelo, desde una verdad y una espontaneidad rara vez alcanzables para una actriz revelación. El cabezón, en principio, debería llevar ya su nombre escrito. Por Alan Dameron
Ruth Díaz por Tarde para la ira
La actriz cántabra, curtida en el mundo del cortometraje y las series de televisión, obtiene su primer (y merecido) papel relevante para el cine en uno de los largometrajes más aclamados del año y el segundo con mayor número de nominaciones, lo que la convierte en una de las favoritas para el premio a la mejor actriz revelación. Y este premio, injusto e innecesario en muchas ocasiones, obtiene su razón de ser en ocasiones como ésta. Díaz se revela totalmente, dando vida a Ana, la mujer del personaje de Luis Callejo, que tiene mayor protagonismo durante el primer tercio de la cinta, transmitiendo el hastío, el abandono y la desesperación de aquellos que esperan sin ganas, pero que, de repente, atisban una luz, una salida en el horizonte del amargo camino que es la vida que les ha tocado llevar. El suyo es uno de los papeles que más tristeza y ternura han inspirado a un servidor viendo una película española durante los últimos años. Realmente desolador. Un triunfo incontestable que habría merecido incluso una doble nominación (quizá como actriz secundaria) como ya consiguió otra Ruth (en este caso como revelación y protagonista a la vez), en este caso Gabriel, hace más de 20 años (!) por Días contados. Por Samuel Pérez
Belén Cuesta por Kiki el amor se hace
Este ha sido el año de Belén Cuesta, sin duda alguna. La actriz (1 nominación, 0 premios) lleva haciendo pequeños papeles, sobre todo en televisión, desde el año 2008. Pero es entre 2015 y 2016 cuando su carrera acaba de despegar. Su aparición en éxitos de taquilla como 8 apellidos catalanes, Tenemos que hablar o El pregón y en el éxito de crítica y público que ha supuesto Kiki, el amor se hace, le han dado el empujón definitivo a su carrera. También este año se ha sumado la participación en la serie revelación del año, Paquita Salas. Repasando su papel en la comedia de Paco León, por la cual se encuentra nominada, podemos observar como su tempo cómico es envidiable. Un papel redondo en el cual la actriz aprovecha cada minuto que se le otorga en pantalla, demostrando un magnetismo y un carisma de admirar. En una película coral como Kiki, el amor se hace Belén Cuesta logra que su arco argumental no se olvide y su actuación permanezca en la memoria. Su victoria no es probable pero de producirse sería una ganadora más que merecida. Por Luis Fernández Ferreira
Ganará: Ruth Díaz por Tarde para la ira
Debería ganar: Anna Castillo por El olivo
Molaría que ganara: Belén Cuesta por Kiki el amor se hace