El año pasado por estas fechas ya pudimos comprobar que había un cierto sector de la producción española que tenía en mente revitalizar de manera clara el género de la comedia en España. Spanish Movie y Primos fueron dos grandes ejemplos de ello. Ahora llega el momento de su tercer y satisfactorio intento, Promoción Fantasma, una comedia fantástica que consigue hacer reír a carcajadas y poner las emociones a flor de piel con un inepto profesor que es capaz de ver a cinco fantasmas anclados en los ochenta.
Con una sinopsis un tanto atípica en nuestro cine, la cinta da comienzo con una clara declaración de intenciones a nivel plástico: temazos de los 80 y 90, looks imposibles de la época y travellings circulares durante un baile de fin de curso. Aquí hay algo, y ese algo mola. Aquí hay ganas de ser un poco gamberro y ganas de llegar a la psique del espectador a base de referencias, diálogos e incluso algunas situaciones. A pesar de su atropellado comienzo, y aún con algún que otro escepticismo, la película arranca poco a poco hasta llegar a una velocidad de crucero por encima de la media a la que estamos acostumbrados en lo que a comedias se refiere… con lo que hemos sido en el cine español en este género.
Y estas características no son gratuitas. Los responsables de la película conocen muy bien a qué público quieren dirigirse, conocen muy bien el género, y conocen muy bien sus referentes; y así, hablan de tú a tú al espectador, brindándole el divertimento que cabría esperar, aderezado con algo de almíbar Es innegable la variada y numerosa cantidad de referentes que se vienen a la cabeza durante la narración de la película, unos sutiles, otros más explícitos, pero siempre unos homenajes sinceros, descarados y que no se avergüenzan de demostrar a qué público van dirigidos y que beben del género americano: tenemos detalles de National Lampoon’s, hay cosas de Apatow, pero además, hay muchas cosas de John Hugues y sus pequeños dramas adolescentes. Sin duda, un mezclum al que nunca pensaríamos aspirar en el cine español.
Nada de esto sería posible sin el fabuloso reparto: Raúl Arévalo mantiene su título de mejor actor de su generación con creces, armando una interpretación más que correcta, verosímil, muy divertida y con el balance correcto de exceso y contención del que también hace gala la historia, el tono y la atmósfera que rodea a la película; los numerosos secundarios cumplen con creces con las necesidades de la historia, resultan contrapuntos perfectos para las situaciones planteadas y acaban conformando un mosaico de interpretaciones geniales. Pero la gran revelación de la cinta es el grupo de cinco alumnos protagonistas, un grupo de actores en estado de gracia que han conseguido elaborar los personajes hasta el punto de generar una química envidiable entre ellos, ser amigos, cómplices y compañeros hasta hacerlos familiares para el espectador, tanto, que consiguen emocionar al público para sorpresa de muchos.
A todo esto hay que sumar una puesta en escena y dirección muy funcionales de Javi Ruiz Caldera, que por fin ha podido hacer gala de su talento en una historia ‘original’ (recordemos que su anterior trabajo, Spanish Movie, era una spoof movie), pero sobretodo el verdadero origen de la risa es un guión trufado de grandes momentos, con personajes icónicos y homenajes de sincera admiración a la cinematografía que nos ha ayudado a crecer como espectadores. En definitiva, Promoción Fantasma supone, además de un gran paso en la regeneración de la comedia de calidad en España, un sincero, sencillo y estimulante divertimento para demostrar que, cuando las cosas se hacen bien, el cine en nuestro país puede dar resultados muy satisfactorios y de los que sentirse orgulloso.