La sección Perlas proyectaba en la jornada ayer el pseudo biopic firmado por Abel Ferrara del director de cine italiano Pier Paolo Pasolini, interpretado por Willem Dafoe. La cinta, estrenada en el pasado Festival de Venecia, es una desaprovechada oportunidad de conocer algo más del polémico realizador, cuya vida ha generado tantas conjeturas y cuya muerte supuso un fuerte varapalo a nivel cinematográfico, social y político.
Todo este potencial argumental concentrado en una sola figura se diluye en una narración algo errática que pasea de puntillas por los hechos y las ideas presentes en los últimos días de la vida de Pasolini, y resultando una narración de hechos obvios, sin ningún tipo de riesgo y absolutamente exentos de alguna polémica, crítica o revelación fuera del discurso oficial, algo que sorprende del binomio Ferrara/Pasolini, conociendo a los dos personajes.
También se ha presentado el documental sobre la obra de Sebastiao Salgado La sal de la Tierra, firmado por Wim Wenders mano a mano con Juliano Ribeiro Salgado, hijo del fotógrafo que hace un exhaustivo repaso a la figura y la obra del artista brasileño a través de las etapas de sus grandes obras combinándolas, además, con algunas sorprendentes hazañas personales.
La cinta, narrada a tres voces por los directores y el propio Salgado, supone un espectacular repaso a algunos de los grandes (y tristemente olvidados) pasajes de la historia reciente de la humanidad, con imágenes arrebatadoras y duras, así como una puesta en perspectiva del ser humano frente al mundo que le rodea. Llegados a la conclusión, se agradece el tono positivista y esperanzador con el que el documental remata el relato y consigue, con todo, que el espectador abandone la sala con una sensación vitalista.