Y decimos peculiar porque este año el despliegue de alta costura fue muy superior al de otros años, y la elección de colores mucho menos tradicional. Lejos del rojo y el negro, las estrellas apostaron por el dorado, el rosa y el amarillo. Pocos estampados, eso sí. Los diseñadores más llevados: Zuhair Murad, Louis Vuitton, Prada y Michael Kors.