Finalmente la ganadora de la última edición de los Premios Goya, Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, ha sido la película seleccionada por los votantes de la Academia de Cine de España para representar a nuestro país en la próxima edición de los Oscars en la categoría de mejor película en lengua extranjera. Ha terminado superando a las otras dos candidatas: El niño, de Daniel Monzón y 10.000 Kms., de Carlos Marques-Marcet.
Vivir es fácil con los ojos cerrados está inspirada en la historia real de Juan Carrión Gañán y protagonizada por Javier Cámara como Antonio, un profesor de inglés, fan incondicional de los Beatles que, en 1966, decide emprender un viaje de Albacete a Almería para conocer a su ídolo John Lennon, que se encuentra allí rodando una película, y realizarle una peculiar petición. En el camino se le unirán dos jóvenes a los que dan vida los actores Natalia de Molina y Francesc Colomer.
La elección de la cinta de Trueba es seguramente la más lógica y a la vez la más conservadora, superando el éxito de taquilla, pero en exceso localista, de Monzón y la favorita de la crítica independiente y de los festivales (ganó en Málaga) que es 10.000 Kms. El hecho de ser un film de época y con una figura tan reconocida como John Lennon como centro de la trama son sus armas más solidas para conquistar a los votantes de Hollywood.
Si lograse ser una de las cinco nominadas se convertiría en la vigésima película española en conseguir ese honor, aspirando a ser la quinta en llevarse la estatuílla tras los Oscars conseguidos por Volver a empezar (José Luis Garci, 1982), Belle Epoque (Fernando Trueba, 1993), Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar, 1999) y Mar adentro (Alejandro Amenábar, 2004).