‘El Curioso Caso de Benjamin Button’, dirigida por el fascinante David Fincher y protagonizada por Brad Pitt y Cate Blanchett cuenta la historia de un hombre que nace siendo un anciano y va rejuveneciendo a lo largo de su vida. Tan extraño filme, basado en una historia corta de F. Scott Fitzerald, es uno de los candidatos más serios al Oscar a la Mejor Película.
Alexandre Desplat es un compositor que, sobre todo, deslumbra a los aficionados de la música de cine. Podemos decir que revolucionó con su estilo ecléctico y clásico irrumpiendo en nuestras colecciones con Birth (2004). A partir de entonces no ha dejado de trabajar para grandes producciones de estudio (La Joven de la Perla, La Brújula Dorada) y otras más europeas (De Latir Mi Corazón Se Ha Parado). Su intensa trayectoria (este año cuenta nada menos que con seis trabajos) no merma el resultado de sus composiciones que mantienen un nivel bastante notable. Desplat es, como Marianelli, uno de los estandartes de la nueva generación de compositores de la música de cine, quizás llamado a ser uno de los mejores de la historia. Además, tiene tras de sí a una auténtica legión de seguidores. El Oscar de Dario Marianelli el año pasado por Expiación es el reconocimiento inevitable de la Academia hacia una nueva era de compositores que, si bien utilizan un mayor número de recursos sonoros, están haciendo renacer la música de cine. La globalización, también en el mundo del celuloide, está enriqueciendo los filmes americanos con jóvenes talentos europeos y de otras partes del mundo. El Oscar a Desplat es lo que todos los aficionados estamos esperando para confirmar este fenómeno.
Quizás el único reconocimiento que todavía se le ha resistido es el Oscar. El gremio de compositores de la Academia aunque es uno de los más justos de todos, tiene fama de ser conservador con los nuevos talentos. Pese a que Desplat sólo lleva unos años componiendo para Hollywood ha tenido muchas oportunidades para optar al Oscar. Sin embargo, le han ignorado prácticamente todas sus composiciones pese a tener uno o dos trabajos excelentes cada edición. Sin ir muy lejos, el año pasado presentó la preciosa Deseo, Peligro (que hubiera merecido directamente el Oscar) y la imaginativa La Brújula Dorada y ambas fueron omitidas de la lista final. Pese a ello, tiene un Globo de Oro su estupenda composición para El Velo Pintado (2006) aunque luego en los Oscar el gremio dejó fuera esta partitura y le reconoció sólo con una nominación (su única candidatura). Esta fue por La Reina, otro sobresaliente esfuerzo, que pese a ser la favorita perdió sorprendentemente frente a Gustavo Santaolalla y su ruidosa Babel.
Respecto a la crítica que nos ocupa, El Curioso Caso de Benjamin Button es el mejor trabajo del año y uno de los más conseguidos del compositor. Para ello, Desplat compone una música desgarradoramente triste y melancólica que fluye a través de una amplia variedad temática unida por el minimalismo instrumental. Desplat conjuga con el piano las melodías mientras que con el resto de instrumentos les da un toque evocador, mágico o inquietante según el momento de la película.
La partitura se abre con ‘Postcards’, una pieza mística y sobrecogedora dedicada al personaje de Benjamin Button. Un arpa nos introduce cada uno de los instrumentos que se van incorporando para crear una misteriosa melodía con la que identificamos desde el comienzo el tono del filme. Desplat concibió esta pieza para ser reproducida tanto adelante como hacia atrás (lo que se llama un palíndromo musical) intentando incorporar el espíritu del fatal destino del personaje con la propia estructura de la melodía. Vamos, una genialidad.
El mejor tema del compacto quizás sea el tema de amor, ‘A New Life’, donde una viola pone el eco melancólico en un baile de instrumentos de cuerda y viento. Este tema está dedicado exclusivamente al personaje de Daisy, el gran amor de Benjamin Button. El siguiente corte, ‘Love in Murmansk’, es uno de los «clásicos» de toda banda sonora de Desplat, el wals, ejecutado en este caso con exquisita elegancia. Aunque cada uno de los cortes de esta banda sonora es una creación, quiero destacar dos piezas más. ‘Daisy’s Ballet Career’, una mágica sintonía con reminiscencias orientales, y ‘The Accident’, una auténtica experiencia orquestal en la que se versiona entre otros el tema de amor del filme. El compacto se cierra con’ Benjamin and Daisy’, que recoge el tema principal pero interpretado únicamente a piano.
En definitiva, la película es un material hecho a la medida del compositor y con el que éste ha hecho maravillas. Una partitura oscura llena de colores en la que Desplat recrea su particular estilo regalándonos un abanico de melodías muy intensas cargadas de gran emotividad pero también de inteligencia musical. No me cabe duda de que la Academia no podrá pasar por alto esta impresionante composición con la que el músico va camino de ganar su segundo Globo de Oro (si no se lo quita James Newton Howard). Esperamos que Alexandre Desplat se haga con el Oscar a la Mejor Composición y que éste sea sólo el primero de muchos más. En un año bastante flojo en la creación musical para cine tenemos que celebrar el haber descubierto esta gran joya a final de año. La próxima semana comentaré Resistencia de James Newton Howard, otro muy buen score, también nominado al Globo de Oro, y que seguro prestará batalla a Desplat en los Oscar.