Star Trek: la película Compositor: Jerry Goldsmith Sello: Sony Año: 1979 (reedición de 1999) |
Los años setenta fueron indudablemente un revulsivo para un género que encontró en la búsqueda de otros mundos un filón narrativo y dramático sin parangón en el cine. Este insólito fenómeno de masas y de culto, comandado por las dos franquicias más galácticas del cine, Star Wars y Star Trek, tuvieron un impacto no sólo en el cine, sino también, y con mucha más fuerza, en el espectro de la música de cine. No es casualidad que probablemente los dos mejores compositores del cine, Jerry Goldsmith y John Williams, hayan conseguido sus mejores trabajos en el campo de la ciencia ficción. Mientras otros grandes músicos como John Barry, Maurice Jarre o Henry Mancini se encargaban del drama, el musical y la comedia, Williams, más en el blockbuster, y Goldsmith, en el culto del género, revolucionaban los pentagramas de la ciencia ficción.
Jerry Goldsmith siempre fue un referente del género. Su contribución al imaginario musical del cine es abrumador. Sus obras maestras pertenecientes a la ciencia ficción son incontables: El planeta de los simios (1967), Alien, el octavo pasajero (1979), Poltergeist. fenómenos extraños (1982) o Legend (1985), por nombrar algunas de ellas. Star Trek, es probablemente, una de sus mejores partituras, o lo que es lo mismo, una de las mejores del cine. Sin embargo, su creación no fue un camino de rosas. de hecho, la película fue una auténtica tortura para sus responsables. Resucitar en la pantalla grande una serie que había sido desestimada en televisión por baja audiencia era un reto más que considerable, sobre todo, si hablamos de una superproducción de ciencia ficción y bastante costosa. Sus continuos retrasos y problemas en la producción hicieron que la película finalmente se estrenara en 1979, casi diez años después del comienzo de la serie de televisión. Dirigida por Robert Wise y comandada por su creador, Gene Roddenberry, la reacción de la crítica fue fría y el público la vio con indiferencia. Una decepción considerable visto el éxito que tan sólo dos años atrás había cosechado George Lucas con su Star Wars. Una nueva esperanza, que recogió nada menos que siete Oscars y nominaciones a película, dirección y guión. Star Trek sólo consiguió tres nominaciones: dirección artística, efectos visuales y partitura original.
Al comenzar el proyecto, la presión sobre Jerry Goldsmith no era poca. En primer lugar, tenía como reto personal crear la música de una franquicia galáctica que pudiera competir con la archiconocida de John Williams. Y debía hacerlo en una tumultuosa producción de la que apenas tenía material definitivo en el que inspirarse. Por si fuera poco, Star Trek ya tenía un emblema musical, compuesto por el músico de la serie, Alexander Courage. Abrumado por la magnitud del proyecto, Goldsmith pasó semanas obsesionado por encontrar el sentido exacto a la música de la película. Al final decidió como primera medida contar con los servicios de algunos de sus habituales como Fred Steiner y Lionel Newman y del músico original Alexander Courage para que dirigieran la orquesta. Su contribución se restringiría a crear una de las más maravillosas, elegantes e innovadoras partituras del cine.
EL CÉNIT DE LA MÚSICA DE GÉNERO
{youtube}Byh3KPquXNQ{/youtube}
Suena ‘Ilia’s theme’
Jerry Goldsmith compuso varios temas que junto con el de Courage dotarían a la franquicia de una nueva dimensión identitaria. El disco se abre con una obertura, ‘Ilia’s Theme’, una delicada y preciosa pieza dedicada al amor entre Ilia y el capitán Decker. Una cadencia a gran piano estalla en una exclamación musical apasionada con la que Goldsmith no sólo barre el tema de Courage sino que nos regala una de las más hermosas suites del cine moderno. Es entonces cuando hace acto de presencia el tema principal de la serie pero orquestado y completado de forma magistral por Goldsmith en el ‘Main Title’. Goldsmith entonces nos introduce en la batalla interestelar con ‘Klingon Battle’, una marcha primitiva que se convierte en un espectáculo de experimentación y orquesta. Unas cornetas dan el comienzo a una contienda en la que el compositor recurre a elementos sonoros experimentales para dar un toque extratrerrestre. El Blaster beam, un instrumento largo de metal con cuerdas que provoca un sonido siniestro, interpretado por Craig Huxley, se usó por primera vez en esta pieza. También se integraron otros elementos de sonido para redimensionar el sentido de la orquesta. El resultado es un corte de una inteligencia y complejidad musical admirable que utiliza estos recursos sonoros amorfos (que más tarde desarrollará genialmente en Legend) con la fuerza y la temática impulsada por la orquesta. En la misma senda, ‘Total Logic’ agudiza el primitivismo de Vulcano, el planeta de Spock, tejiendo una música tosca y muy centrada en las percusiones sonoras. Todo un acierto pues las imágenes son realmente impactantes junto con la partitura.
Y así llegamos a otra de las perlas de esta composición: ‘The Enterprise’, seis minutos de auténtico regocijo musical. Goldsmith compone un vítore de alegría que sabiamente conjuga con el tema de Courage para darle consistencia al espíritu de la nave Enterprise. Un absoluto portento de orquestación e ingeniería musical. La admiración de Kirk por la nave y su ilusión por el despegue es transmitido al espectador con una vibrante sintonía potenciada por una orquesta a máxima potencia en ‘Leaving Drydock’. A estas alturas, Goldsmith todavía tiene ganas y nos ofrece una nueva pieza, el tema de Vejur, siniestro y oscuro, que va desgranandose en cortes como ‘The Force Field’, ‘Vejur Flyover’ o ‘Vejur Speaks’. El resto de pistas de la partitura tratan de armonizar todos estos motifs con el incidentalismo de la película sellando una personalidad musical única para la película. Los ‘End Credits’, por último, nos recuerdan los dos melodías más características de la banda sonora, el romántico tema de Ilia y el tema de Courage.
En definitiva, estamos ante una singular composición, imprescindible para cualquier cinéfilo en general, de la que uno nunca se cansa. Siempre que se escucha se descubren cosas nuevas y argumentos para quedar deslumbrado por el talento de Goldsmith. Sobre todo, está hecha para lucir junto con las impresionantes imágenes del Star Trek original dotándola de un estilo inconfundible. Esta vibrante composición, es en efecto, una de las mejores y majestuosas maravillas del cine. Un clásico inmortal, referente de la música dramática para cine y un testimonio esencial del maestro. Estrenada la película en 1979, no disfrutó de una satisfactoria versión discográfica hasta 1986 de la mano de Columbia. Fue en 1999, coincidiendo con el XX aniversario de la cinta, cuando por fin se recuperó casi toda la música y se estructuró coherentemente atendiendo al orden cronológico del filme y al esqueleto temático de la partitura. En lo que se refiere a premios, estuvo nominada al Globo de Oro, que perdió frente Apocalypse Now, un lucimiento más de los conocimientos sobre música de la Asociación de la Prensa Extranjera. Desafortunadamente también perdió el Oscar aquel año en favor del fenómeno melódico Un pequeño romance, una bonita composición de George Delerue, un pintoresco homenaje a Vivaldi. Ese año, además, Goldsmith había presentado a la Academia sin éxito Alien, otra de sus soberbias e inolvidables partituras que ni siquiera entró en la terna. Imperdonable.
{youtube}lfwMCnPYuOs{/youtube}
Suena ‘Klingon Battle’
Pero quizás el mayor mérito de Star Trek fue poner el listón donde sólo John Williams lo había puesto. Sentó las bases musicales de una franquicia y sin duda hizo que compositores como James Horner, Leonard Roseman o Cliff Eidelman se exprimieran para no defraudar el nivel de esta saga. También, Goldsmith completó su aportación musical volviendo a componer la música de las películas Star Trek V: La última frontera, Star Trek VIII: Primer contacto, Star Trek IX: Insurrección y Star Trek X: Nemesis. Además, compuso el tema principal de la nueva serie de Star Trek, Star Trek: Voyager, magnífica donde las haya, por la que se llevó de calle el Emmy. En la próxima entrega, daremos cuenta de todas estas partituras, un viaje que no os podéis perder.
Pistas
1. Ilia’s Theme (3:01) 2. Main Title (1:23) 3. Klingon Battle (5:27) 4. Total Logic (3:44) 5. Floating Office (1:03) 6. The Enterprise (5:59) 7. Leaving Drydock (3:29) 8. Spock’s Arrival (1:58) 9. The Cloud (4:58) 10. Vejur Flyover (4:57) 11. The Force Field (5:03) 12. Games (3:41) 13. Spock Walk (4:19) 14. Inner Workings (3:01) 15. Vejur Speaks (3:50) 16. The Meld (3:09) 17. A Good Start (2:26) 18. End Title (3:16) |
Material adicional
1. Star Trek Theme (1:34) 2. Introduction: Nichelle Nichols (1:13) 3. Inside Star Trek (1:04) 4. William Shatner Meets Captain Kirk (9:12) 5. Introduction to Live Show (0:25) 6. About Science Fiction (0:40) 7. The Origin of Spock (1:45) 8. Sarek’s Son Spock (7:21) 9. The Questor Affair (3:49) 10. The Genesis II Pilot (2:34) 11. Cyborg Tools and E.T. Life Forms (2:34) 12. McCoy’s Rx for Life (6:14) 13. The Star Trek Philosophy (4:40) 14. Asimov’s World of Science Fiction (6:27) 15. The Enterprise Runs Around (1:50) 16. A Letter From a Network Censor (5:03) 17. The Star Trek Dream (Ballad I/Ballad II) (5:43) 18. Sign Off: Nichelle Nichols (0:50) |
Continuará…
La música de Star Trek. Parte II: las secuelas