Las Crónicas de Spiderwick supone el retorno al cine olvidado del compositor que reorienta así su carrera hacia la buena música y nos ofrece una madura y, a la vez, fantástica partitura. Nadie duda de que James Horner fue uno de los compositores más carismáticos del cine contemporáneo. Sus sinfónicas propuestas para el cine fantástico hace dos décadas sucumbieron ante la falta de imaginación y su tan resonado y frecuente plagiarismo.
Las Crónicas de Spiderwick es la última de las entregas e imaginativas sagas que están germinando en el cine actual como consecuencia del éxito de la fantasía infantil, véase La brújula dorada, las entregas de Harry Potter o de Las crónicas de Narnia. Cuenta la historia de la familia Grace cuando se traslada a la finca de su tío Arthur Spiderwick. Muy pronto empezarán a darse cuenta que los pequeños accidentes caseros encierran una verdad oculta de seres que habitan el lugar. Las crónicas de Spiderwick quizás se diferencian de otras sagas en su clara predisposición hacia una vertiente más oscura y menos espectacular, justo como aquellas cintas de los ochenta tales como Cristal Oscuro o Laberinto. Sin llegar a tales metas, no deja de ser entretenimiento puro y duro para toda la familia y además bien filmado. Sus problemas de producción obligaron a sus responsables a retrasar su estreno de Navidades de 2007 a febrero de 2008 lo que la apartó de optar a cualquier Oscar hace dos años. Su lejano estreno este año no la ha permitido rascar más que una preselección de la Academia al Oscar de efectos visuales. El gremio de compositores no hubiera hecho mal en rescatarla en las nominaciones de este año, sabiendo además lo que les gusta James Horner. Pero si se empiezan a olvidar de John Williams (Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal) parece lógico pues que no podamos pedirles ya mucho.
James Horner, por su historial, parecía el compositor indicado para esta historia. Y digo parecía porque con la nueva hornada de compositores, su talento se nos antoja ya parte del pasado del cine. Esta nueva oportunidad para retroceder en el tiempo con un nuevo score ha sido al final un milagro para el aficionado. Horner opta por no plantear una partitura de grandes temas identificables sino que la construye en favor de un ambiente sonoro indefinido pero muy consistente. Junto a ello, opta por primar la forma, la belleza y el disfrute de la música en conjunción con las imágenes. Para ello, rescata sonidos y tics de la música infantil instrumental olvidada de los años ochenta, un elemento que a mí particularmente me sobrecoge y me hace casi olvidar que estamos ante un filme de 2008.
Pese al profundo tejido tan bien hilvanado en esta partitura podemos arrancar dos melodías diferenciadas. La primera corresponde enteramente a los hermanos Grace (que aparece en Lucinda’s Story) y la segunda es un tema dedicado a las mismas crónicas que aguardan el maravilloso mundo imaginativo de ogros, Hobgobblins y trolls. Ambos van despistando durante todo el score hasta resolverse majestuosamente en las dos últimas pistas de la partitura. Pero empezando por el principio, el compacto se abre con la pieza Writing the Chronicles, una evocadora overture ambiental de violines agudos y esquivos que da paso a un score caracterizado por el sinfonismo y su combinación con la electrónica. De ahí a la fanfarria absoluta de So Many New Worlds y la experimentación acústica de Thimbletack and the Gobblins. En efecto, mucha variedad temática y muy pragmática en su conjunto. Esta se aprecia sobre todo, en los cortes The Flight of the Griffin y Escape from the Glade en la que la orquestación no sólo es magnífica sino que es todo un regalo a la dinámica de las imágenes. El lirismo y la acción se conjugan majestuosamente en los dos últimos cortes donde Horner nos revela sus ases y pone sobre la mesa las melodías con las que ha estado jugando durante toda la partitura (justo como los pequeños seres de la película). Dos piezas, estas últimas, de gran creación e inspiración que ponen un broche destacado a toda la música del filme.
Probablemente no sea una de las mejores partituras de Horner, que empiezan a quedarse muy atrás en el tiempo, pero desde luego es un retorno al género que le consagró y una vuelta a la inteligencia musical que parecía habérsele olvidado. Este compositor, como los niños, a veces se porta bien y otras veces mal (sobre todo, copiando en los exámenes). A la espera de daros una valoración sobre El niño con el pijama de rayas, también de Horner, podemos decir que los grandes mitos del cine fantástico de los ochenta y noventa (Danny Elfman también) parecen querer darse otra oportunidad en el cine. ¿Estarán a la altura de los nuevos? Veremos.
Compositor: James Horner
Sello: Lakeshore Records
Año: 2008
Lista de pistas:
1. Writing the Chronicles (03:03)
2. So Many New Worlds Revealed (05:12)
3. Thimbletack and the Goblins (05:15)
4. Hogsqueal´s Warning of a Bargain With Mulgarath (05:16)
5. Discovering Spiderwick´s Secret Workshop (03:24)
6. Dark Armies from the Forest Attack (03:06)
7. Burning the Book (02:43)
8. A Desperate Run Through the Tunnels (04:47)
9. Lucinda´s Story (06:01)
10. The Flight of the Griffin (06:55)
11. Escape from the Glade (04:44)
12. The Protective Circle Is Broken…! (02:07)
13. Jared and Mulgarath Fight for the Chronicles (04:17)
14. Coming Home (06:17)
15. Closing Credits (08:23)
2. So Many New Worlds Revealed (05:12)
3. Thimbletack and the Goblins (05:15)
4. Hogsqueal´s Warning of a Bargain With Mulgarath (05:16)
5. Discovering Spiderwick´s Secret Workshop (03:24)
6. Dark Armies from the Forest Attack (03:06)
7. Burning the Book (02:43)
8. A Desperate Run Through the Tunnels (04:47)
9. Lucinda´s Story (06:01)
10. The Flight of the Griffin (06:55)
11. Escape from the Glade (04:44)
12. The Protective Circle Is Broken…! (02:07)
13. Jared and Mulgarath Fight for the Chronicles (04:17)
14. Coming Home (06:17)
15. Closing Credits (08:23)