Arriesgada en su concepto, Wall-E, sin embargo, cuenta con una banda sonora poco atrevida. Thomas Newman ha recurrido en a lo que mejor se le da hacer, que es crear atmósferas sonoras con melodías que dejan más bien la sensación de que más bien elcompositor está dando rienda suelta a su experimentación habitual. Pese a ser una de las mejorespartituras del año hasta el momento, da la impresión de que Newmanpodía haber trabajado otros matices.
En la actualidad, las cintas de animación de producción estadounidense, quizás por la merecidísima impronta del gran Alan Menken, suelen cuidar la partitura que las acompaña. Una vez finiquitada la exitosa fórmula del pincel y el musical, la música instrumental ha cobrado mucha fuerza en este género. Este refuerzo se debe en gran parte al cuidado con el que Pixar, la gran y única todopoderosa del género en estos años, ha dedicado a su selección. Randy Newman fue el elegido en sus primeros filmes, obteniendo tres candidaturas al Oscar a la Mejor Composición. La ilustre talla de los filmes hizo que Andrew Stanton disponiera de uno de los mejores para componer Buscando a Nemo (para el que escribe, la mejor de toda la saga Pixar). La partitura de Thomas Newman estuvo nominada al Oscar en 2005 y se lo hubiera llevado si no hubiera sido por la excelente composición de Howard Shore que cerraba el broche de la Trilogía El señor de los anillos.
Thomas Newman regresa de nuevo con Stanton para este filme que narra las peripecias de un robot abandonado en la Tierra. Arriesgada en su concepto, la película, sin embargo, cuenta con una banda sonora poco atrevida. Newman ha recurrido en Wall-E a lo que mejor se le da hacer, que es crear atmósferas sonoras (todos recordamos American Beauty y sobre todo, Cadena de favores). Son melodías que siendo buenas dejan una sensación de que más bien el compositor está dando rienda suelta a su experimentación habitual. Era mucha la expectación sobre este compacto, y siendo una de las mejores partituras del año hasta el momento, da la impresión de que Newman podía haber trabajado otros matices.
El disco cuenta con 36 pistas de las cuales sólo tres no son obra del compositor. Éstas se refieren a las dos que corresponden al musical Hello Dolly, y la famosísima versión de La vie en rose de Louis Amstrong. En lo que se refiere al score, quizás la pista que resume el espíritu del compacto es la última de todas, la cósmica Horizon 12.2, un gran ejemplo de las habilidades de Newman en lo que se refiere a la combinación de sonidos musicales. El score, como muchos otros de Newman, combina dos facetas, la experimental y la clásica. En la línea con la primera, Wall-E o M-O son un recreo del compositor en su faceta más alternativa en la que su pretensión es resaltar el carácter original de sus personajes. Los temas de corte más orquestal los reserva para EVE, objeto del deseo del pequeño robot, o en donde Newman destaca la belleza de ciertos pasajes del filme, como por ejemplo, The Axiom o Define Dancing.
No cabe duda de que Wall-E es un compacto que se disfruta y es el mejor ejemplo de que el compositor sigue siendo el mejor en lo que se refiere a su estilo de hacer música por mucho que otros como Stephen Warbeck (Proof) o Edward Shearmur (K-Pax) hagan sus aportaciones. Sin embargo, el aficionado, y sobre todo, el seguidor del compositor, apreciarán además que no es una partitura bien hilada. Cuenta con temas muy bellos pero poco intensos y muy cortos, mientras que en otros pasajes se hace un tanto repetitiva. Adolece quizás de la falta de un gran tema principal completo que fuera más identificable durante el visionado de la cinta. Pese a todo, la música se adapta como un guante a cada una de las escenas del largometraje incluso llegando a destacar favorablemente en la escena de Define Dancing. Esperemos que la falta de creatividad en esta cinta se vea justificada por el tiempo que ha invertido este año para la música de Revolutionary Road, de Sam Mendes, director que le he brindado dos nominaciones al Oscar y dos de sus mejores partituras hasta el momento (American Beauty y Camino a la perdición).