El mérito en esta categoría reside en escoger bien las partes y hacer que combinen sin que al espectador le chirríe el resultado como una puerta mal engrasada. Los académicos de Hollywood tienen muchas debilidades y, cuando de sonido se trata, el espacio, el campo de batalla y el musical son tres ambientes que disfrutan nominando. Amén de que esta es una de las pocas categorías donde los blockbusters pueden hacerse un hueco. Este año, siendo fieles a la tradición, hay cine bélico, ciencia ficción y un poco de tablas. En la mezcla de sonido lo que se valora es el resultado conseguido tras agitar una coctelera en la que entran diálogos, música, efectos y cualquier sonido imaginable. Lo de juzgar los sonidos artificiales es cosa de otra categoría, la de edición de sonido.
John Reitz, Gregg Rudloff y Walt Martin por El francotirador
En una película como El francotirador, en la que el protagonista se retrotrae con asiduidad a sus recuerdos en el campo de batalla, el gran reto es mezclar el sonido del presente con el del pasado, el sonido de los pájaros y la voz de una esposa con el de las bombas, los disparos y los gritos de la guerra. En su intención por dotar a esta historia real de un mayor realismo, el equipo, con Clint Eastwood a la cabeza, optó por reducir la música al mínimo para acceder a un formato más documental que de ficción. Esta es la sexta nominación para John Reitz y Gregg Rudloff, que ganaron juntos un Oscar en la categoría por Matrix. Para Walt Martin, nominado por Banderas de nuestros padres como sus compañeros, es su segunda vez en los Oscar.
Frank A. Montaño, Jon Taylor y Thomas Varga por Birdman
Con nueve nominaciones a los Oscar, Alejandro González Iñarritu experimenta en muchos aspectos con Birdman y el sonido es uno de ellos. No es fácil captar en cine el sentir de las tablas, el ir y venir del backstage y, al mismo tiempo, dejar hablar a una ciudad como Nueva York. Todo eso combinado con el hecho de esa batería y una voz interior que acompañan al protagonista. Muchos ingredientes sonoros para una historia con un giro de 180 grados hacia el final que, de no entrar bien en ella, puede sacar de un golpe de baqueta al espectador. Como curiosidad estadística, este año Frank A. Montaño y Jon Taylor, nominados por Birdman, lo están doblemente ya que también son parte del equipo de Invencible. Para Thomas Varga, por el contrario, es su primera vez.
Gary A. Rizzo, Gregg Landaker y Mark Weingarten por Interstellar
Gregg Landaker es el gran veterano de la categoría con ocho nominaciones, incluida la de este año, y tres estatuillas en su haber por películas tan distintas como Speed, En busca del arca perdida y El imperio contraataca. Todo un experto en esto de mezclar sonidos con el que Christopher Nolan vuelve a contar tras El Caballero Oscuro: La leyenda renace pero que esta vez no es el mejor colocado. Más bien lo contrario. Interstellar cuenta a su favor con muchos elementos de esos que gustan en los premios técnicos. Hay naves espaciales, drama, mundos por explorar… Su gran problema no es que el año pasado ganase Gravity (algo que podía jugar en su contra) sino las críticas fundadas a Nolan por el hecho de que a penas pudiesen oírse los diálogos. Con un error así, no parece que este vaya a ser el cuarto Oscar para Landaker.
Jon Taylor, Frank A. Montaño y David Lee por Invencible
Doblete en esta edición para Jon Taylor y Frank A. Montaño, nominados por dos películas tan distintas como Birdman e Invencible y cada una un reto en sí mismas. Si en la primera debían conjugar el día a día de las tablas con la vida interior del protagonista, en la película dirigida por Angelina Jolie se enfrentan a tener que ambientar sonoramente batallas aéreas, la inmensidad del océano y el cóctel de sonidos que supone la celebración de unos juegos olímpicos. Una mezcla heterogénea para lograr envolver al espectador y que este empatice en cada momento lo que está sintiendo el protagonista de Invencible, un joven que nunca se dio por vencido por fuerte que fuese el revés recibido.
Craig Mann, Ben Wilkins y Thomas Curley por Whiplash
Envolvente y asfixiante, así es como podría definirse la mezcla de sonido de Whiplash. Un resultado que sitúa al espectador en el lugar de Andrew, ese aspirante a gran músico en manos de un profesor con problemas de autocontrol y unos métodos de enseñanza que exprimen a sus alumnos hasta la última gota. Un ambiente sobrecogedor al que contribuye una mezcla de sonidos ambientales, musicales y del día a día cuyos responsables son un trío de novatos en esto de las nominaciones a los Oscar. ¿Darán la sorpresa?
Ganará: El francotirador
Debería ganar: Birdman
Molaría que ganara: Whiplash