Con sólo tres nominadas, resulta llamativo que dos de las candidatas al Oscar al mejor maquillaje presenten, a simple vista, rasgos muy similares: tanto Albert Nobbs como La dama de hierro optan por transformar radicalmente dos de los rostros más conocidos de Hollywood. Su competidora es la entrega más reciente de Harry Potter, que por magnitud, ambición y complejidad podría ser una candidata muy a tener en cuenta.
Martial Corneville, Lynn Johnston y Matthew W. Mungle por Albert Nobbs |
Del equipo responsable del maquillaje de Albert Nobbs, sólo Matthew W. Mungle cuenta con experiencia en los Oscar. Este año alcanza su cuarta nominación a un premio que ganó en 1993 gracias a su labor en la prodigiosa Drácula de Bram Stoker. Aunque todos los participantes acumulan a sus espaldas una cantidad notable de trabajos muy reseñables, es posible que el más desafiante de ellos haya sido dotar de rostro masculino a la espléndida protagonista de Albert Nobbs, nada menos que Glenn Close. Su trabajo es, sin duda, convincente, un verdadero tour de force que cuenta con algunos momentos muy interesantes más allá de la caracterización de la protagonista. Algunas voces han criticado una cierta rigidez y falta de verosimilitud en esta recreación que por momentos tal vez no sea lo brillante que debería, pero sus méritos para participar en esta categoría son innegables y muy a tener en cuenta este año. |
Nick Dudman, Amanda Knight y Lisa Tomblin por Harry Potter y las reliquias de la muerte, parte 2 |
Con el fin de la saga de Harry Potter llega también en esta categoría una nominación largamente demorada e innegablemente merecida. El equipo formado por Dudman, Knight y Tomblin es responsable de un impresionante trabajo de caracterización y maquillaje a lo largo de varias entregas, y su trabajo es verdaderamente impecable. No se puede hacer ningún reproche a su creación y recreación de seres sobrenaturales y criaturas fantásticas que ya pueblan la imaginación de varias generaciones de espectadores. Sin duda, son responsables de la coherencia y magnetismo del mundo fantástico de Hogwarts y alrededores. Los académicos suelen privilegiar las producciones de fantasía en esta categoría, pero en este caso podemos afirmar sin duda que tal elección sería irreprochable. Por complejidad, por ambición y por creatividad, el premio debería caer en sus manos. |
Mark Coulier y J. Roy Helland por La dama de hierro |
Si en Albert Nobbs veíamos a Glenn Close adoptar aspecto masculino, en La dama de hierro la transformación es, si cabe, más ambiciosa: convertir a Meryl Streep en Margaret Thatcher. A pesar de los recelos que pudo suscitar en un primer momento la publicación del cartel de la película, en la película el maquillaje funciona a la perfección y es, sin duda, un elemento que ayuda a transformar a la actriz más respetada de Hollywood en la mandataria más temida de la historia contemporánea. Si a esto le unimos una interpretación verdaderamente inspirada, el resultado es una bomba dramática: una actriz literalmente transformada en un personaje público sobradamente conocido por todos. Sin duda, este trabajo es, posiblemente, una de las mejores caracterizaciones realistas que hemos visto en años. Sin embargo, el hecho de ser una intervención muy específica (la creación de un único personaje) podría lastrar sus opciones frente al despliegue logístico y creativo de la última entrega de Harry Potter. |
Ganará: La dama de hierro
Debería ganar: Harry Potter y las reliquias de la muerte, parte 2