Las fans (disculpen por generalizar) de Nicholas Sparks están de enhorabuena: ya hay una nueva adaptación de una de sus novelas en cine. Zac Efron debuta en este ‘género’ (si se le puede llamar así al autor estadounidense) junto a Taylor Schilling en esta Cuando te encuentre, una historia de amor idílica y sostenida con alfileres con traumas de la guerra como telón de fondo.
Cuando te encuentre podría ser una anécdota muy divertida y muy conmovedora para una copiosa cena de sábado entre amigos, pero gracias a la verborrea de su personaje protagonista femenino, se convierte en una atropellada historia de un ex-marine que encuentra la fotografía de una mujer de la que queda prendado y que siempre le acompaña en la contienda. Considera que el hallazgo es una prueba irrefutable de su buena suerte, así que, cuando regresa a su país, busca a la chica y la encuentra: se trata de una madre divorciada.
Hasta ahí bien. El desconcierto viene cuando finalmente encuentra a esta muchacha… en el minuto 15. Todo podría ser muy simple y acabar siendo un cortometraje muy bien producido, pero un guión torpremente amañado (probablemente ya desde el texto original) para que la situación tome unos absurdos derroteros de ocultar información y ponerse nervioso, hace que tengamos que esperar nada menos que 107 minutos para que lo que podría haber sido una divertida anécdota, se convierta en una tragedia griega y finalmente haya un final muy feliz y muy al atardecer.
Sparks en estado puro. Así es esta película. Da igual que Zac Efron y Taylor Schilling sean la pareja con peor química del año, que parezca que se llevan dos décadas entre ellos o que Efron ejecute la que probablemente sea la peor interpretación propia y ajena de la cartelera (no para de meter tripa y caminar erguido intentando aparentar algo que no es), no importa, las situaciones son tan rocambolescas, forzadas y pretendidamente ternuristas que este catálogo de ropa cara con pretensiones redneck hace aguas por todos lados y no queda más que entregarse al divertimento y el placer culpable.
O ser fan. Porque lo bueno de las propuestas extremas es que pueden repeler a mucha gente, pero la gente que congenia con ellas, se vuelve fiel para siempre. Está claro que si eres fan de las historia s de Nicholas Sparks, ésta es tu película del fin de semana. Del mes. Probablemente del año, que para algo eres fan. En cualquier caso, y de una forma u otra, lo mejor de esta película es que su propuesta es clara y transparente, sabes qué esperar, y sabes que te lo va a dar, algo de lo que no muchas cintas pueden presumir,