OSCAR 2009: Todos contentos

Mis cuatro puntos sobre una ceremonia que será recordada por su espectacularidad y por el Oscar como mejor actriz secundaria para nuestra Penélope Cruz:

1.-AUDIENCIA Y CAMBIOS: Mucho se ha hablado sobre la tendencia de la Academia de Hollywood a premiar películas no demasiado populares. La consecuencia ha sido una gran bajada de la audiencia televisiva que ve la ceremonia. Este año se ha remontado en un 13 % a pesar de que «Slumdog Millionaire», una cinta independiente (no del todo, como suele ser habitual cuando se etiquetan de tal forma y tienen a la división «indie» de la Fox detrás) sobre un adolescente indio que gana el concurso «¿Quién quiere ser millonario?», ha ganado 8 estatuíllas incluyendo las de Mejor Película y Mejor Director. Este triunfo prueba que también el público puede ser inteligente y apreciar el cine «pequeño» que se viene premiando desde «Million Dollar Baby». También demuestra que Hollywood ha recuperado el buen gusto, ya que la cinta nos ofrece una manera original, visualmente impactante (al más puro estilo Danny Boyle, pero mezclando el tono de videoclip con ángulos rebuscados con una música y un toque Bollywood que ha cautivado a medio planeta) de enseñarnos lo dura que puede llegar a ser la infancia en un país como la India. Los cambios introducidos en el show, como la forma de incluir cinco presentadores de lujo para las categorías interpretativas en lugar de uno, no sólo es original sino que convierte el premio en algo mucho más vivo…Notable también la presentación de showman de Hugh Jackman.

2.-PENÉLOPE, CON SU OSCAR DE PIEL DORADA..

Esta chica de Alcobendas, como muy bien se encargó de recalcar, hizo que el público de nuestro país no se perdiese la gala. Hasta el mismísimo Almodóvar, que la ha convertido en su nueva musa, reconoció no parar de llorar cuando la protagonista de su «Volver» recogía el ansiado premio por «Vicky Cristina Barcelona». La película de Woody Allen no tiene la energía y el aire de otros de sus clásicos, plagados de diálogos ingeniosos y de una agridulce visión de la vida, pero cada vez que Pé aparece en pantalla, sube el nivel de la misma. Y eso hay que agradecérselo a una chica que no siempre ha tenido buena suerte en la meca del cine. Su emocionado discurso de agradecimiento no sólo supone un gran lavado de imagen en un país (esta España nuestra) que tiende a menospreciarla, sino también un magnífico empuje a su carrera y a la comparación con otras divas europeas que recalaron en el Hollywood de los 50 y los 60, como Sophia Loren. ¡Bien por Penélope!

3.-KATE WINSLET Y SU ANSIADO OSCAR:

La protagonista de «Titanic» lleva años demostrando su versatilidad y su valía como actriz. Nadie puede discutirle eso ni tampoco que muchas de sus películas estén diseñadas para congraciarse con el «tío Oscar». Pero la actriz británica une a sus méritos una humildad que sólo puede despertar simpatías, también entre una Academia que la había nominado en 6 ocasiones a pesar de sus juveniles 33 años. «El Lector» le ha dado un Oscar que ella comparó con un bote de champú cuando de pequeña, gordita y maltratada por sus compañeros de colegio, soñaba con llegar a ser una gran actriz. Kate lo ha conseguido y lo mejor que se le puede desear es que no sufra la maldición que ha acarreado la estatuilla a otras compañeras de oficio como Nicole Kidman o Halle Berry.

4.-EL LOBBY GAY HACE ESCALA EN HOLLYWOOD:

El emocionado discurso de Dustin Lance Black , guionista de «Mi nombre es Harvey Milk» y su reivindicación del matrimonio homosexual, a la que se unió Sean Penn, ganador del Oscar al Mejor Actor justamente por esa película, hacen que la meca del cine esté cada vez más sensibilizada con la problemática homosexual. Todos aplaudieron mostrando al mejor Hollywood liberal, el mismo que hace más de 60 años se enfrentó a la Caza de Brujas. Lo cierto es que la película de Gus Van Sant peca de cierto aire hagiográfico, pero la serie de recursos documentales, su tono amable y su contínuo ritmo la convierten en todo un éxito al que no es ajena la gran interpretación de Penn, que ya tiene dos Oscar en su haber.

Hollywood se ha portado este año con unos premios justos, a pesar de que muchas de las nominadas («El curioso caso de Benjamin Button») no pasaban de ser productos correctos y bien elaborados. Y no cabe duda de que algo está cambiando en Los Ángeles para que películas como «Slumdog Millionaire» sean las grandes triunfadoras. Sea lo que sea, el que esto escribe no puede más que alegrarse…