Muestra Syfy: la celebración de lo clásico y el low-cost español

La jornada de clausura de esta undécima muestra Syfy de cine fantástico comenzaba con todo un evento para fans: la proyección en pantalla grande y en 3D del episodio conmemorativo del 50 aniversario de la mítica serie británica Doctor Who. El día del Doctor (The day of the doctor), que ya se viera en cines el día de su emisión original en cines selectos el pasado 23 de Noviembre, ha congregado en los cines Callao City Lights, como no cabría esperar menos, a un nutrido grupo de whovians que, incluso disfrazados para la ocasión, han vuelto a disfrutar en todo su esplendor del mítico capítulo. Para tan señalada fecha, la producción no escatimó en homenajes, aventuras y apariciones especiales que harían las delicias de los fans. Para el espectador no iniciado, sin embargo, aún no descifrando la totalidad de las aristas de la trama, se convierte en una aventura trepidante, espectacular y muy disfrutable, en definitiva, como la propia serie en si.

La tarde comenzaba, como otros años atrás, con la clásica sesión Phenomena en la que Nacho Cerdá promotor e ideólogo de este tipo de sesiones recupera en pantalla grande dos títulos míticos del cine de género. En este caso las elegidas fueron La mosca, de David Cronenberg, la angustiosa y desasosegante historia de un científico que por error se ve sumido en una metamorfosis física tras un desaire amoroso que lo lleva a experimentar consigo mismo. El segundo título de la tarde venía de la mano de John McTiernan y Arnold Schwarzenegger: Depredador desplegaba toda la acción salvaje en la sala para volver a disfrutar de este clásico de los 80 que nunca pasa de moda. La sesión, como ya ocurre también en el resto de proyecciones de la muestra Syfy, no ha estado falta de vítores y aplausos en los momentos más conocidas así como en las frases más míticas de sus diálogos. Una precalentamiento de primera para la recta final de la jornada que llegaba a continuación.

Tras la sesión doble Phenomena, arrancaba la recta final de La Muestra tirando de producto español con Faraday, una comedia romántica paranormal dirigida por Norberto Ramos del Val y escrita por Pablo Vázquez y Jimina Sabadú. Los tres, por cierto, se han declarado asistentes incondicionales de La Muestra cuando han presentado la película. La cinta cuenta la historia de Faraday, un falso telépata aficionado a la investigación del mundo paranormal y de su novia, Diana, una bloguera cuyo sueño es convertirse en una estrella de la red. La pareja, que busca independizarse, consigue el contacto de un piso perfecto para comenzar una vida juntos, pero una vez allí descubrirán que está encantado. La comedia, que toma el relevo de Gente en sitios en el cine low cost español, resulta inspirada y descacharrante, sabiendo reírse de propios y extraños y convirtiéndose, probablemente, en la película que más carcajadas ha provocado en esta edición de La Muestra. Carcajadas intencionadas, cabe decir. Todo un acierto.

La programación del fin de semana de muestra de cine fantástico tenía terminaba con una sesión doble como colofón final. Por un lado, la proyección del cortometraje español Blink, escrito y dirigido por Diego Latorre y protagonizado por un trío de lujo: Eduardo Casanova, Macarena Gómez y Fele Marínez. Por otro, la versión francesa de La bella y la bestia dirigida por Christophe Gans y protagonizada por Vincent Cassel, Léa Sydoux y Eduardo Noriega. La proyección de Blink ha estado marcada por la presencia de su director y protagonistas, quienes han sufrido las consecuencias de un público entregado a la carcajada con un cortometraje que pretende ser una reflexión sobre los sueños y la libertad del ser humano. También ha estado presente Eduardo Noriega para presentar La bella y la bestia, quien ha llegado a asegurar que no se quedaría a la proyección tras presenciar lo ocurrido con Blink. Sin embargo, de haberse quedado habría podido comprobar que la última película del día ha tenido, en aspectos generales, una acogida más comedida. La película protagonizada por la guapa Lea Seydoux –La vida de Adele– no aporta prácticamente nada nuevo al género fantástico y se limita a trasladar a la gran pantalla la historia del clásico cuento que todos conocemos sobradamente, sin embargo, una más que cuidada dirección artística hacen que la película se deje ver y funcione correctamente como un ligero punto y final al maratoniano fin de semana. Y el año que viene, más.