‘Another Round’: condenados al alcohol

Another Round
Extrema y amarga
Thomas Vinterberg toma a cuatro maestros como muestra de la gran tolerancia de la sociedad hacia el alcohol
4.5
Escuela etílica

Un filósofo noruego sostiene que los seres humanos nacen con una cantidad de alcohol en sangre inferior al 0,05‰ y un grupo de cuatro profesores daneses deciden emprender un estudio sociológico sobre el efecto etílico en el rendimiento profesional, la creatividad y las relaciones sociales prestándose a beber solo en horas de trabajo. Este es el punto en que el espectador empieza a inquietarse en la película después de que Thomas Vinterberg nos haya mostrado la gran condescendencia con la que se mira al alcohol en su país en casi todos los aspectos de la vida social. 

El cocreador del movimiento Dogma compite este año en San Sebastián gracias a la no celebración del Festival de Cannes, certamen en el que explotó como cineasta gracias al gran premio del jurado a la catártica Celebración (1998), y que este año había vuelto a incluirle en su selección oficial. 

Su presencia agranda el concurso con este análisis del alcohol como escudo social, extremo a ratos, como lo mejor de su filmografía, amargo, pero nada sensacionalista, protagonizado por un Mads Mikkelsen inmenso, que suena ya para la Concha de Plata al mejor actor. Como cabía esperar del director, no existe moraleja, ni tampoco propósito de la enmienda. 

En una de las secuencias se permite introducir a políticos de todo el orbe en evidente estado de embriaguez durante sus comparecencias en actos públicos. Lo que viene a demostrarnos que esta no es solo una cuestión que afecte a los nórdicos, si no pensemos cuántas reuniones familiares y amistosas diarias o celebraciones extraordinarias se celebran sin un vino o cerveza (cuando no bebidas más potentes) de por medio.