La documentalista Claire Simon (Un bosque en París) construye en I Want to Talk about Duras una pieza de no ficción para contar la relación romántica que la célebre escritora Marguerite Duras mantuvo con un hombre mucho más joven que ella y homosexual. Para ceñirse a la realidad, la cineasta recupera la entrevista que le hace la periodista Michèle Manceaux (Emmanuelle Devos) en la que Yann Andréa (Swann Arlaud) describe la relación tóxica en la que vive atrapado, dominado absolutamente por Duras, que decide cada pequeño detalle de la vida del joven.
El relato aterrador en boca de Andréa (que llega a confesar intentos de suicidio) supone una interesante reflexión sobre los resortes obsesivos derivados de la admiración, los trastornos generados por el amor romántico y, en definitiva, de la pérdida de la propia identidad que conlleva todo ello. También sobre la homosexualidad, sobre la que Duras cargó duramente en sus textos debido a la amenaza que suponía en su relación con Yann.
Sin embargo, Simon no utiliza toda la potencia narrativa que se le podía suponer a la cinta, que se queda prácticamente en una mera confesión o lamento del protagonista, empeñado en hacernos entender el porqué de su amor obsesivo. Imágenes de archivo de la propia escritora, acuarelas de sus encuentros sexuales y una escena sobre la relación de pareja de la periodista (totalmente descontextualizada) acompañan a la confesión de Yann que ocupa, con diferencia, la mayoría del metraje.
Poco o nada se profundiza en el drama de Yann más allá de la entrevista, no digamos en las motivaciones de Duras para construir una relación tan monstruosa. La materia sobre la que se construye el relato es interesante, sí, pero da la sensación de que se ha desaprovechado una historia que desvela lo peor de los mitos del amor romántico con el aliciente de que es ella quién ejerce el papel dominante (aunque para ello tenga que “feminizarlo” a él, siguiendo el patrón tradicional).