La lucha por el premio a la mejor actriz en los Goya la disputan dos galardonadas con anterioridad (Emma Suárez y Belén Rueda), una de las grandes estrellas del cne español todavía sin estatuilla (Elena Anaya) y una recién descubierta -auqnue, desde luego, no recién llegada- (Nora Navas).
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Belén Rueda por
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Samuel Pérez Quién nos iba a decir a todos que la chica que comenzó a principios de los 90 acompañando a Emilio Aragón presentando VIP Noche iba a convertirse en una de las actrices más reputadas del panorama nacional. Tras una ascendente carrera en televisión (Periodistas, Los Serrano), Amenábar le brindó su gran oportunidad (que le reportó su Goya) por Mar adentro. Y tres años más tarde El orfanato le supuso un nuevo éxito y una nueva nominación, cargando ella sóla con el peso de la película. Su tercera candidatura le viene por su doble papel en Los ojos de Julia, la infravalorada segunda película de Guillem Morales, y nos demuestra que su talento sigue un avance progresivo. Del terror y la inseguridad de un personaje que va perdiendo paulatinamente la visión, a la fortaleza y arrojo de una mujer que tiene que superar sus miedos para salvar su vida. Una nominación más que justificada. ¿Logrará superar los prejuicios de los académicos por tratarse de un film marcadamente comercial y se hará con su segundo Goya? |
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Emma Suárez por
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Pablo López El papel de Emma Suárez no es fácil en esta película. La complicada propuesta de La mosquitera ha pasado desapercibida para los académicos del cine españoles, a excepción de esta magnifica y tortuosa actuación de una madre de familia cansada de la rutina y que observa como su familia se resquebraja mientras busca una válvula de escape para su propia situación. Suárez, nominada en otras tres ocasiones, con una estatuilla en su haber, y que también estaba propuesta a candidatura este año por su papel Héroes, ha conseguido la única nominación para esta producción de Luís Miñarro, premio que también recibió en la pasada edición del Festival de Valladolid y en los pasados premios Forqué, ex-aequo con Nora Navas por Pa negre, su compañera también en esta categoría. |
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Nora Navas por
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Fernando de Luis-Orueta La incontestable ganadora de la Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián es ahora la incontestable favorita al Goya en esa misma categoría. El personaje, desde luego, es de los que permite el lucimiento de cualquier intérprete: una mujer rota por la angustia de un marido perseguido y un hijo al que sacar adelante sin recursos. Y, al fondo, un montón de medias verdades, mentiras y secretos cavernosos que enfangan su vida miserable. Para semejante papel Agustí Villaronga tuvo la valentía de apostar no por una de las actrices consagradas del cine español, sino por una presencia habitual de la televisión catalana, muy desconocida en el resto del país. El acierto no pudo ser mayor. Es inconcebible Pa negre sin la fuerza y la tridimensionalidad de Nora Navas, una actriz con un talento fuera de lo común que ha hecho suya cada grieta del personaje. |
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Elena Anaya por
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María Pérez Una de las cualidades fundamentales de Elena Anaya como actriz es su capacidad para entregarse en cuerpo y alma siempre que el personaje lo requiera o el director se lo pida. Julio Medem se aprovecha de esa cualidad al máximo en esta película rococó, un intento por capturar el alma humana a través del cuerpo desnudo de dos mujeres que se conocen y pasan una noche en un hotel romano. Probablemente, no estaríamos hablando ahora de Habitación en Roma si no fuera por el trabajo que hacen en ella sus dos protagonistas. Anaya interpreta a la temperamental, soñadora y romántica Alba, se esfuerza por hacer creíbles unos diálogos presuntamente trascendentes y además se mantiene al borde del abismo de una cursilería que el director confunde con romanticismo y un pretendido lirismo lleno de tópicos. |
Debería ganar: Nora Navas por Pa negre