La ausencia de maquillajes espectaculares, profusos en prótesis y caracterizaciones extremas, tiene la ventaja de favorecer que se aprecie más y se premie uno de los aspectos más sutiles de esta categoría técnica: el buen maquillaje como fundamento de la fotografía y de la definición de los personajes. Aunque parece que sí que hay una clara favorita (Blancanieves), no hay duda de que los cuatro equipos nominados hacen un trabajo de gran valor y muy merecedor del premio.
Sylvie Imbert y Fermín Galán por Blancanieves
Sylvie Imbert, que con esta recibe la cuarta nominación a los Goya (aparte de la doble nominación de esta edición, lo estuvo anteriormente por Abre los ojos y Los girasoles ciegos) y el peluquero Fermín Galán (que también obtiene su cuarta nominación, tras las de El Calentito, Oviedo Express y Los girasoles ciegos), utilizan sus más que solventes técnicas para colaborar en uno de los aspectos estéticamente más complicados de Blancanieves, que es darle ese aire expresionista a la fotografía, con estos fortísimos y bellos claroscuros, y lo hacen al estilo de los maquillajes de las grandes estrellas del cine mudo como Pola Neri, Clara Bow o Louise Brooks. La que más se beneficia de su trabajo, dentro de un gran estudio de personajes que se refleja en el acabado de las caracterizaciones (la barba circense de José María Pou es memorable), es Maribel Verdú, en la que se ve arribismo, maldad y esnobismo hasta en el último pelo de su cabeza.
Sylvie Imbert y Noé Montes por El artista y la modelo
Al contrario que en el caso anterior, la función de Imbert en la película de Trueba era trabajar el estilo impresionista de la fotografía, con maquillajes naturales que no contradijesen en ningún momento la suavidad de las luces y de las sombras en blanco y negro, tan magistralmente utilizadas por Daniel Vilar y con la referencia de los dos Renoirs (pintor y cineasta) en la cabeza. El tratamiento del cuerpo de Aida Folch con textura de mármol como si fuera una escultura de Rodin pero sin perder calidez y carnalidad ya justifican la nominación.
Yolanda Piña por Grupo 7
Si en las dos parejas de nominados anteriores tenemos como referencia la pintura de fines del XIX y los inicios del cine, el trabajo de Yolanda Piña para Grupo 7 trabaja el realismo sucio, incluso el guarrismo, para dotar a los personajes de verosimilitud. Las épocas más difíciles de plasmar en cine en cuanto a escenografía, vestuario y maquillaje son siempre las más recientes, porque los anacronismos son más fáciles de detectar ya que la estética está más presente en la memoria del público, y en este caso podemos asegurar que el equipo de maquillaje y peluquería ha hecho un gran trabajo de documentación sobre los márgenes de la sociedad en los albores de la Expo 92, en Sevilla pero también en cualquier barriada de finales de los años 80.
Alessandro Bertolazzi, David Martí, Montse Ribé y Alessandro Bertolazzi por Lo imposible
Bertolazzi (responsable de las prótesis faciales de Naomi Watts en J. Edgar y del maquillaje de Bardem en Skyfall) y el equipo formado por David Martí y Montse Ribé (ganadores de un Oscar por el maquillaje de El laberinto del fauno) logran lo imposible (permítanme el facilón juego de palabras): que nos olvidemos de la impresión fotográfica que dejaron en nuestra retina los miles de minutos dedicados al tsunami en telediarios y periódicos, para que no establezcamos comparaciones y nos centremos en lo importante sin tapujos innecesarios. El trabajo de este equipo ha consistido en embarrar, amoratar y ensangrentar los rostros y cuerpos de los actores sin tapar sus expresiones y dándoles plena libertad para angustiarnos y emocionarnos. Y eso es de premio.
Ganará: Sylvie Imbert y Fermín Galán por Blancanieves
Debería ganar: Alessandro Bertolazzi, David Martí y Montse Ribé por Lo imposible